Por Salvador Hernández LANDEROS
El alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal, en lo oscurito y a espaladas del
pueblo, traicionó la confianza que le brindaron para gobernar con armonía.
El Fiscal General del Estado, Adolfo Guerrero, no es la pureza que pregona.
Opta por los arreglos torcidos antes que la aplicación misma de la Justicia.
El director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Esteban Cantú, pierde
postura y se convierte en una vil tapadera de sus agentes “buenos para nada”.
A los tres; el alcalde, el fiscal y el jefe investigador, les valió la entrega y valor
del Comité que se reúne en Palacio para dar seguridad a los ciudadanos.
Y para colmo, contaron con la complicidad del periódico El Norte, quien se
proclama como el paladín de la verdad. ¿O nada más la que le conviene?
Hace diez días la columna política Makiavelo publicó lo que sigue: Lean bien.
1.- “En círculos policiales señalaron ayer (jueves 2 de agosto del 2019) que
la ola delictiva que mantienen alerta roja al corredor Cadereyta-Villa Juárez,
le empezó a llegar a Apodaca”.
2.- “No se lo digan a nadie, pero cuentan que el alcalde César tuvo un fuerte
estira y afloja con la Fiscalía General del Estado y exigió qué relevaran a
todos los elementos, entre comandantes y agentes, de la policía ministerial
que operaba en se municipio.
1.- “Según esto, tras varias horas de tensión, el jefe de la AEI, Esteban Cantú,
ordenó el cambio del personal estatal”.
2.- “La petición de Garza se habría dado tras algunos hechos violentos que le
han pegado a Apodaca en estos días y en los que los ministeriales de plano no
sacaron la bola del cuadro en las investigaciones”.
¿Leyeron bien?… El alcalde exige, por sus pistolas, que le quiten a todos los
ministeriales, en lugar de denunciarlos ante sus ciudadanos. ¿Es Omnipotente?
El Fiscal y su jefe policial, como son autónomos y no dependen del Gobernador,
tensionados cambian a ministeriales y comandantes para “aplacar el grito”.
La verdad, si hubiera, al menos, un diputado inteligente y conocedor de Leyes,
(De la comisión de Justicia y Seguridad) se llenaría de Gloria con este caso.
Todos están embarrados. Podrían comparecer ante el Congreso y transparentar
lo que contienen los párrafos. Corrupción, incapacidad, abuso, omisión y otros.
Esto muestra que vivimos en un Estado fallido. En un Nuevo León donde al
Gobernador, ni siquiera es tomado en cuenta por un alcalde, o un fiscal general.
Así de fácil…así de ignorado.
chavalolanderos@yahoo.com.mx