vie. Mar 29th, 2024

*El cierre de la siniestra penitenciaría que dejó muerte, rebeliones, extorsiones, fugas y que fue gobernada por grupos del crímen organizado

*El ex gobernador Rodrigo Medina, el banquero Jorge Lankenau, el futbolista Cabrito Arellano y otros famosos también estuvieron ahí.

David Casas
Monterrey, N. L- Un ícono de los problemas para Nuevo León, el emblemático penal del Topo Chico cierra sus puertas este 30 de septiembre tras 76 años de muertes, motines, fugas y autogobierno de grupos del crimen organizado.

Tras sus muros también estuvieron famosos como el ex gobernador Rodrigo Medina, el banquero Jorge Lankenau y el futbolista Jesús “Cabrito” Arellano.

“Fueron años, principalmente en las últimas tres décadas del siglo XX y lo que va del 21 de un autogobierno de grupos criminales, de chantajes, de cobro de piso; las autoridades habían perdido el control”, dice el investigador y sociólogo Raúl Rubio.

Al Topo Chico se debe la incursión de Nuevo León en las páginas rojas del mundo con las masacres, las rebeliones, agrega.

Inaugurado el 3 de octubre de 1943 por el entonces Gobernador Bonifacio Salinas Leal, el penal abrió con cupo para 600 internos y ahí fue trasladada la población del antiguo penal, situado en parte de lo que hoy es la Alameda, pero al paso de los años sufrió deterioro y sobrepoblación, lo que produjo constantes motines, epidemias y siniestros, como el incendio por el uso de veladoras que en diciembre de 1988 provocó la muerte de 19 internos.

Con el nuevo milenio, tuvo casi 6 mil internos y, tras la llegada de miembros de la delincuencia organizada, se perdió el control por parte de las autoridades, lo que detonó en asesinatos frecuentes al interior y la operación de una amplia red criminal.

Tocó fondo el penal con la muerte de 49 internos en febrero del 2016, la masacre más alta en un centro penitenciario en México en la historia reciente.

En marzo 24 de 1980 un par de internos secuestró al director del penal, Alfonso Domene y lo recluyó en una celda junto con su chofer y tres secretarias. Buscaban negociar su escape junto con dice reos más y durante 36 horas ocultaron que ya habían asesinado al funcionario.

Tras negociaciones liberaron a los rehenes y se les aseguró que tendrían vehículos Iara su salida.

De mano dura el gobernador Alfonso Martínez Domínguez solicitó el apoyo federal y llegó el entonces temido policía Miguel Nazar Haro quien entró al patio y acabó con los dos internos. Años después, estuvo interno acusado de la muerte de líderes de la Liga 23 de Septiembre en la época de la guerrilla en los años setenta.

En 1997 el banquero y presidente del Club Rayados de Monterrey, Jorge Lankenau también estuvo preso por años acusado de fraude.

Más reciente, en este año el ex seleccionador nacional y ex jugador de Rayados y Chivas, Jesús Cabrito Arellano también pasó semanas acusado de abuso sexual.

En sus celdas también estuvieron famosos políticos como el ex gobernador Rodrigo Medina quien por 19 horas fue encarcelado luego del pleito que sostiene con su sucesor Jaime Rodríguez Calderón. Un Juez no respetó el amparo del ex gobernante y ordenó su internamiento.

El gobernador Rodríguez Calderón informó que se proyecta sea derrumbado para que en su lugar se construyan un parque público y un edificio para el Archivo General del Estado entre otras instalaciones.

Una vez sin reos, el penal quedará abierto al público para que los ciudadanos puedan entrar y conocer sus condiciones.

“Está todo listo para el cierre del Topo Chico, vamos a cerrarlo el día 30 como lo teníamos previsto. El penal del Topo Chico será cerrado y habrá un proceso de que la gente vaya, conozca la historia, y no la volvamos a repetir”, dijo a medios.

“Va a estar en visitas, vamos a abrirlo a las visitas para que la gente pueda verlo ahorita como está, y conozca las condiciones en las que estaban los presos ahí”, explica El Bronco.

Tan solo entre 2010 y 2012 se registraron medio centenar de pleitos y atentados con saldo de doce presunto narcos internos y de siete custodios.

En 2010 un mujer cabecilla de un grupo de la droga fue llevada del penal a un hospital para atención médica, pero en el camino integrantes de un cártel antagónico la liberaron y luego apareció colgada en un puente peatonal.

En la última semana de trasladaron al Cereso de Apodaca al norte de la zona metropolitana poco más de 2600 internos y solo quedan ahora unos 152 para su salida el lunes en una ceremonia en que se cierra el portón del terrible centro penitenciario que tomó el nombre del cerro ubicado en las cercanías.

Al respecto, el secretario de Gobierno, Manuel González menciona que, una vez que una vez cerrado, la capacidad para la población penitenciaria en Nuevo León será de más de 11,000 personas, considerando a los reclusorios de Apodaca y Cadereyta, así como el penal femenil.

“Tendremos penales certificados y tendremos una población para el 30 de septiembre de alrededor de 6,200”, resume.

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