Por Salvador Hernández LANDEROS
Qué vergüenza para los ciudadanos de Nuevo León al tener un gobernante que
le pega al chistosito y, de pilón, está sobrado de ignorancia.
Jaime Rodríguez Calderón está escaso en su cultura Con ocurrencias verbales,
producto de su limitado lenguaje, siempre termina siendo exhibido
Recién asumió la gubernatura, para ocultar su escasez cultural, soltó una
expresión que le fue muy celebrada. El libro “Vaquero”, su lectura favorita.
Hace cuatro años le festejaban su lenguaje muy florido y soez. Las groserías o
palabras obscenas ante la audiencia escandalizaban, pero se toleraban.
Ya son cuatro años y Rodríguez Calderón no cambió. “No le cayó el veinte” en
su posición ejecutiva. Le viene bien lo de “Genio y Figura, hasta la sepultura”.
El martes, luego de sostener una reunión sobre seguridad, fue cuestionado por
los “feminicidios” y se evadió pidiendo le preguntaran sobre “hombricidios”.
Quiso evadir la responsabilidad oficial haciéndose el gracioso, inventando un
modismo chistoso, muy naco, exhibiendo pobreza extrema en su lenguaje.
Pero tampoco hay quien le ayude. Ni siquiera su área de comunicación. A
través de un comunicado oficial se pretendió disculpar su errática expresión.
Alguien debe explicarle que en bilogía el sexo femenino y el masculino son
dos aparatos reproductores que se conocen como ovulo y espermatozoide.
Pero “El Bronco” no conecta, o no sabe. Para hombre hay mujer. Para
femenino, masculino. Para hembra hay macho. Y para una tontería, un tonto.
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