vie. Abr 19th, 2024


Por Salvador Hernández LANDEROS

Samuel García es inocente, hasta que se le demuestre lo contrario. Presumir su segundo doctorado en Derecho Fiscal, es parte de su formación personal.

Vanagloriarse, jactarse o alardear, no es delito. Dicen “que no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”. Y como tal, votó por él la ciudadanía.

El titulo expedido por la ITAC Universidad, no puede ser falso o “patito” sólo por la inconsistencia de las firmas en éste. Puede tratarse de un error. 

El senador dice que así se lo entregaron, que él cursó su doctorado los sábados entre el 2016 y 2018. Si alguien tiene pruebas para acusarlo, lo puede hacer.

Pero es la SEP que debe investigar la denuncia pública, pero ahí abriría otras anomalías y el problema sería que quién cerraría la puerta. Ese es el meollo.

En la SE de NL hay quien ejerce la enseñanza sin contar con el título de maestro. Un botón, es el sobrino de una ex dirigente sindical del magisterio.  

De unos años a la fecha, en el servicio público, doctorados y maestrías se han devaluado de tal forma, que demerita a quienes en verdad los han cursado.

Hay políticos con doctorado “patito” hasta en “carnes asadas”. Pero se les nota que su capacidad e inteligencia no dan para más. Son apantalladores.

Don Víctor Gómez Garza era un simple contador y fue director de FACPYA y tesorero del estado con cuatro gobernadores, sin endeudar a Nuevo León.

Don Rodrigo Gómez, sin doctorado, fue director del Banco de México. Don Alfonso Martínez Domínguez, sin profesión, ha sido el mejor gobernador.

Ahí viene el 2021 para elegir gobernador, alcaldes y diputados. No hay que irse con la finta. Basta la inteligencia, la honestidad y algo de decencia.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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