mar. Abr 16th, 2024


Por Salvador Hernández LANDEROS

Aunque digan que dice y luego se desdice, ahora es cuando el presidente López Obrador puede refrendar su frase: “Esto nos cae como anillo al dedo”.

Se sabe que “los bienes son para remediar los males” y, ahora que se regresó el avión presidencial, su venta será un paliativo financiero para el País.

En sus dos últimas mañaneras, el presidente ha dicho que “sigue en pie una oferta de 120 millones de dólares, incluso, con una aportación de anticipo”.

Con esos 120 millones de dólares aliviará, en una mínima parte, de lo que se ha gastado en la atención y salud de los mexicanos a causa del Covid-19.

También dijo: “El compromiso de la compra no se ha caído y no hay ningún problema de entregar la aeronave aquí (en México) o en Estados Unidos”. 

Para el presidente es bueno que después de 19 meses de permanecer en los hangares de Boeing en California, EUA, el TP-01 ya esté en México.

No importa, que mientras le daban mantenimiento, estuviera a la intemperie y no haya estado a buen resguardo y que por ello cobraron $47 millones.

Fue importante hiciera la aclaración que servirá de promoción para la rifa, “la cual no es para sacarse el avión, pero su costo se repartirá en premios”. (sic)

Ya anticipó también que, a lo mejor, durante la mañanera, sí aborda el avión presidencial, “porque para ver cómo era la vida antes del cambio”. (sic)

Así mismo, les adelantó a los reporteros que, “la mañanera del lunes 27 será en el hangar presidencial, porque era un compromiso que les iba cumplir”.

Sirve que ahí mismo, les aclara que el regresar el TP-01 a México, nada tiene que ver con los acuerdos que tuvo en su encuentro con Donald Trump.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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