vie. Mar 29th, 2024

Alejandro Jiménez | El Sol de México

“Como reportero, nunca creí en la suerte, sino en el trabajo”, afirmaba el periodista Manuel Mejido, quien este viernes 17 de septiembre falleció pasadas las 11 de la noche en la Ciudad de México a los 89 años.

Colaborador de la Organización Editorial Mexicana (OEM) desde hace 25 años con su columna Alto Poder, Manuel Mejido, nacido en Tierra Blanca, Veracruz, el 8 de diciembre de 1932, hizo carrera en el periodismo mexicano desde los años 60 del siglo pasado y en la siguiente década reportero estrella del diario Excélsior, para el que cubrió acontecimientos como el Golpe de Estado a Salvador Allende y cuyas anécdotas reunió en más de una decena de libros como “México Amargo” y “Con la máquina al hombro”.

Se inició como cronista taurino en el semanario dominical Claridades (1954-1956), donde fungió como jefe de información. Colaboró en Ruedo de México y en Revista de Revistas, donde fue jefe de información (1960-1963). Trabajó en la revista francesa Paris-Match. Realizó numerosos reportajes sobre el país y fue corresponsal de guerra de Excélsior en Argelia, Vietnam, el Medio Oriente y reseñó el Golpe de Estado de Augusto Pinochet, en Chile. Fue subdirector de El Universal y de El Universal Gráfico, donde publicó sus columnas Alto Poder y Universo Político. Participó en programas de televisión como “Charlas de Café” y “De cara al público”.

Desde 1996 hospedó su columna Alto Poder en las páginas de El Sol de México que se publica en todos los diarios de la Organización Editorial Mexicana. Su última colaboración fue la de este viernes titulada “AMLO falló al invitar a Díaz Canel”.

“Tuve la oportunidad de estar en grandes momentos del siglo XX y entrevistar a personajes que ahora son historia como los mandatarios Eisenhower, Nikita Krushchev, Ronald Reagan, el Sha de Irán y Víctor Paz Estenssoro; los escritores Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Ciro Alegría y Henry Miller; y otros personajes como Pablo Picasso, Herbert Marcuse, Siqueiros, Tamayo y Jean Cocteau”, declaró alguna vez.

“Como reportero, nunca creí en la suerte, sino en el trabajo, la dedicación, perseverancia y la imaginación para obtener las noticias o salir airoso en guerras y conflictos armados. Sin embargo, insisto que reportero sin suerte, sólo llega a portero”, expresó cuando participó en el World News Day.

“A lo largo de mi carrera de casi 65 años de actividad, más los que me falten, puede decirse que fui un hombre de suerte a la inversa, porque mientras un golpe de Estado, una guerra o un atentado contra el común de las personas es una situación catastrófica, de desgracia, de mala suerte, en esos acontecimientos encontré mis mejores noticias y reportajes que durante muchos años fueron característicos de mi estilo”, expresó.

Manuel Mejido ganó en 18 ocasiones el Premio Nacional de Periodismo y fue considerado por la revista Time como uno de los mejores periodistas de México en su edición especial del año 2000.

Le sobreviven su esposa Estela Hernández de Mejido y sus hijos Stella, Luisa, Marisol y Manuel. Su cuerpo será cremado.

Viajó por todo el mundo con su máquina

Tras la muerte de Manuel Mejido, el periodista José Martínez M. recordó en su columna “Requiem por Manuel Mejido” para el sitio RelevanteMx que su compañero y amigo viajó por todo el mundo con su máquina al hombro y trae a colación esta anécdota:

“Cuando Excélsior vivía el esplendor de su grandeza como periódico a principios de los setenta se presentó ante la oficina de Julio Scherer el mítico historiador Daniel Cosío Villegas –uno de los intelectuales más críticos del presidente Echeverría–. Agitando un ejemplar del periódico Cosío Villegas le dijo a Scherer: ‘Julio que espléndidos reportajes hace este Mejido, después de leer sus reportajes sobre Guerrero quiero firmar como reportero en tu periódico’. Cuando se retiró de la oficina el fundador del Colegio de México y del Fondo de Cultura Económica, Scherer mandó a llamar a Mejido para felicitarlo”.

Sobre el periodismo mexicano, Martínez señaló que alguna vez Mejido le explicó: “Existen libros que enseñan cómo escribir una entrada para una nota o un reportaje. Hay que poner qué, cómo, cuándo dónde y por qué, pero ninguno explica cómo hacer periodismo”. En el periodismo sólo hay una cosa: Hacer reportajes”.

Mejido refería que “con las nuevas tecnologías, los jóvenes reporteros se dedican a copiar datos que no siempre son ciertos, y lo peor: que no transmiten nada. Así tenemos notas que no provocan sentimientos de alegría, tristeza, dolor o llevan al asombro”.

“Pueden existir nuevas cada vez mejores aplicaciones tecnológicas que puede usar el periodismo, pero si no hay reportero para investigar y transmitir lo que pasa, nada sirven los adelantos”, expresó.

José Martínez subrayó que Manuel Mejido se ha ido, pero deja un importante legado para quienes aspiren a ser periodistas de verdad.

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