vie. Abr 19th, 2024

Por: Don Tribuno

Tejiendo el entramado…

Antes de que se siente en la silla estatal el futuro gobernador Samuel García, desde ya se pretende “pavimentar” el camino que le espera, mediante la toma de comisiones importantes en el poder legislativo, desde donde esperan sacar adelante las iniciativas que tenga a bien producir quien estará al frente de la administración estatal durante los próximos seis años.

Como dirían por ahí, se está tejiendo el entramado, la red que pretenden lanzar quienes “juegan” del lado del ejecutivo estatal, pese a que en el papel se encuentran en situación de minoría por demás visible. Ser cabeza en una comisión legislativa no es garantía de nada, pues los casos se resuelven en el pleno y ahí la abrumadora mayoría la tienen el PAN y el PRI. Entre ambos partidos suman 29 votos y aunque Movimiento Ciudadano pudiese “convencer” a las demás bancadas de sumarse a ellos, ni siquiera obtendrían la mayoría simple, esto es, el cincuenta por ciento más uno.

Es más, para asuntos vitales se sabe que se requiere de la llamada mayoría ponderada, esto es, las dos terceras partes, mismas que, sumados los votos de priístas y panistas, la rebasan por un voto. De ahí que las “negociaciones” en el legislativo estarán a la orden del día y de antemano sabemos que en esos movimientos el trabajo de los presuntos representantes populares estará bajo la lupa.

Y es que con los antecedentes existentes, todo apunta a que el rezago en los asuntos que esperan en archivos siga en las mismas, sin que haya en realidad alguien a quien le importe que se les dé el seguimiento correspondiente, tal vez porque no hay ningún interé$$$ de por medio. 

“Crea fama y échate a dormir”, dice el viejo dicho. Es por demás conocida la vieja práctica no sólo en el congreso local, sino también a nivel federal, de que cuando se requiere de la aprobación de algún asunto, sobre todo cuanto hay dinero, presupuesto de por medio, los cabildeos se enfocan al “convencimiento” de las diferentes bancadas bajo promesas de entrega de porcentajes provenientes de lo “aprobado”.

En Nuevo León, el rezago legislativo es en verdad grosero. Son muchos más los asuntos que guardan el sueño de los justos que los que obtienen la aprobación del pleno. Ojalá que la actual legislatura se decida, por fin, ponerse a trabajar en serio, para darle a Nuevo León esa confianza que requiere, una confianza que, la neta, nunca se han ganado, ya que siempre está latente la posibilidad de que se “pongan a modo” con el gobernador en turno y aprobar todo lo que venga de la oficina del ejecutivo estatal.

Nada perdemos con soñar. Ojalá que estos tres años que les esperan a nuestros diputados locales, sean diferentes a los que hemos tenido en los últimos años y se conviertan en la mejor legislatura de la historia de Nuevo León…

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