Por: Los Afortunados

Los de arriba y los de abajo…

No, no es parte de la novela corta de Mariano Azuela ni nada por el estilo cuando mencionamos a “los de abajo”… Más bien nos referimos a que en esta bola de cambios que se avecinan en los diferentes municipios del área metropolitana, la “Rueda de la Fortuna” ya está ocupada por los que van a estar arriba, mientras que los que se quedaron fuera, estarán como el chinito, “nomás milando” p’arriba.

Y es que en esto de la política los tiempos han cambiado algunos escenarios. Ya se acabaron aquellas épocas del partido hegemónico, aquel que como sucedía en Jalisco, cuando perdía, terminaba arrebatando. Las cosas han cambiado radicalmente y pareciera que una nueva generación de políticos se empieza a adueñar de la escena, aunque dicen por ahí que muchos de ellos traen las mismas mañas. O sea, habrá cambio para no cambiar.

Por los rumbos de Escomiedo Andrés Mijes pretende deslindarse de quienes lo hicieron, de quienes lo formaron en la función pública, al asegurar que no habrá “la mano que mece la cuna”, o sea, para ser más claros, cero influencia de sus “padrinos” Abel Guerra y Clara Luz Flores.

Difícil de creer. Es más, en la ceremonia de toma de protesta Mijes reconoció prácticamente la “paternidad” de los Guerra-Flores, desviviéndose en elogios para ellos, por lo que no se requiere ser un genio para anticipar que la influencia de los “dueños” de Escobedo estará siempre latente. Y ya verá que “Lloverá” mucho sobre terreno escobedense, sobre todo en las parcelas de Abel y Clarita. ¡P’al baile vamos!

Cambiando de rumbo, pero no de continente, el que también ya tomó protesta fue Jesús Nava allá en Santa Catacha, terrenos en los que nomás los chicharrones de Víctor Pérez truenan. Es más, dicen los que de esto saben, que en Santa Catarrina si habrá esa “mano que mecerá la cuna” y que no será otra más que la del mismísimo “Vítor”, de quien se dice que ya lidera a los panaderos a nivel estatal, aun por encima del propio presidente del partido azul.

Aunque no nos lo crean, se dice que en campañas, el que pretendió salirse del huacal fue nada menos que Héctor Castillo, quien había dejado la alcaldía para irse por una diputación federal, misma que obtuvo con una ventaja clara y contundente, gracias a la votación obtenida en tierras catarinenses. Peeero, nomás fue que el “jefe Vítor” le apretara las tuercas para que volviera al redil.

Así es que ya saben amigos, lo que quieran conseguir en Santa Catacha, si no lleva el visto bueno de Víctor Pérez, ni se esmeren, porque no lo van a conseguir… Obviamente que seguirá la política de ponerse “la del Puebla”, o sea, “mocharse”, o lo que es lo mismo, “ponerse guapo” con el jefe y no con su títere Chuy… ¿Será?

Oiga usté, y seguimos con puros de arriba, pues el que anda por las nubes es el reelecto alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal, uno de los munícipes que obtuvieron la reelección holgadamente, con lo que se corrobora que Apodaca es el reducto más fuerte que le queda al PRI en Nuevo León. César obtuvo la aprobación de la ciudadanía con más del 60 por ciento de los votos emitidos, en una elección realmente histórica.

Y por si fuera poco el triunfo contundente en el pasado proceso electoral, Apodaca es reconocido como el mejor municipio de Nuevo León y uno de los mejores a nivel nacional, reconocimiento que se manifiesta también con la entrega de la estafeta de la Federación Nacional de Municipios… Una vasta experiencia la que tiene César, apuntalada por un excelente equipo que lo ha llevado a alcanzar grandes resultados y va por tres años más en los que seguramente los apodaquenses verán más logros.

Vuelta a la rueda y seguimos en la próxima…