vie. Mar 29th, 2024

Por Rogelio Romero

Tras anunciar que contendería por la gubernatura de Texas Beto O´Rourke no ha parado de reunirse con grupos de la sociedad civil, que lo ven como un político comprometido con las principales causas sociales, económicas y políticas que aquejan al estado.

El candidato originario de El Paso no tiene prejuicios políticos como sucede con la elite  republicana conservadora que encabeza Greg Abbott, y el ejemplo más claro lo ha sido su visita al sur de Texas, la región más pauperizada del estado, donde las familias por generaciones han visto pasar a legisladores, senadores, gobernadores y presidentes prometiéndoles cambios asi como mejoras a la región, realmente poco han hecho para afrontar la marginación social en la que viven amplios sectores de población.

El candidato demócrata tiene tras de si el legado de Bernie Sanders y el compromiso social que este representa para cientos de organizaciones progresistas a lo largo del país.

Derrotar a Abbott en la contienda electoral el año que entra parece una tarea  gigantesca pero no imposible, el gobernador republicano está en constante pugna con la administración del presidente Joe Biden a quien continúa desafiando con sus polémicas propuestas de ley en las cortes federales, o contradiciendo los mandatos del ejecutivo respecto al coronavirus.

Abbott se empeña en su ley antiaborto, en no ceder al mandato de que las empresas deben garantizar que su personal este vacunado por ley contra el covid, o en poner el problema de la inmigración indocumentada como un gran fracaso dej gobierno federal.

Para Abbott primero está garantizar a toda costa su reelección como gobernador de Texas, y después, si cuenta con los suficientes bonos políticos ( por lo menos ese es su sueño) ser tomado en cuenta por el partido republicano como uno de los precandidatos a la presidencia de Estados Unidos en 2024.

Soñar no cuesta nada pero el futuro no se puede predecir, sólo el tiempo pone a cada quien en su lugar como le sucedió a Donald Trump, por su tiranía política de querer aferrarse al poder.

En Texas el actual gobernador republicano sigue temiendo la venia política de los grandes corporativos empresariales texanos, pero existe una diferencia esta vez, una parte del partido republicano ya no concuerda con el rumbo político que ha tomado, algo similar al pensamiento de Trump.

La gran pregunta en las elecciones políticas de Texas es la siguiente ¿Podrá Beto O´Rourke unir a todos los grupos progresistas y liberales que quieren un cambio real en el mando estatal, en todo caso repetir la hazaña política que lograron Bernie Sanders y Joe Biden, esto cuando unieron sus fuerzas políticas para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca?.

Todo eso está por verse en Texas  cuya última gobernadora demócrata fue Ann Richards, todo lo demás ha sido viento  conservador.

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