mié. Abr 24th, 2024

Por Rogelio Romero

El periodismo real no es una novela de historias y anécdotas, los hechos son contundentes: Estados Unidos tiene más de una década detrás de todas las actividades ilícitas que se achacan al clan  Guzmán Loera.

Ahora el aparato de justicia de Estados Unidos busca la aprehensión de los 4 hijos del conocido narcotraficante y uno de los principales ex líderes del Cártel de Sinaloa.

El Secretario de Estado Antoni Blinken fue muy claro en su mensaje; A la administración Biden le interesa dar con el paradero de 20 individuos y entidades relacionadas con el tráfico internacional de drogas,

Independientemente de las diferentes estrategias en el combate al narcotráfico que existen entre Estados Unidos y México el hecho es que de nuevo se pone en medio la controversia de porque el aparato de inteligencia del gobierno mexicano no ha  obtenido resultados tan contundentes  para dar con los cabecillas de esta organización criminal, que tanto poder tienen dentro del mismo país o hasta donde llegan los tentáculos del crimen  organizado dentro de la política mexicana.

Cuando el presidente Biden tomó posesión como presidente encontró una DEA resquebrajada y dividida, tardó tiempo en retomar los objetivos primordiales de la agencia antinarcóticos.

Nadie duda de los objetivos comunes entre ambos países para combatir el narcotráfico así como sus consecuencias o implicaciones, pero esto no influye en cómo la inteligencia estadounidense puede dar con los principales capos de la droga.

No sólo se trata de debilitar sus estructuras financieras y reducir el trasiego de drogas, sobre todo la gran cantidad de fentanilo que está entrando por la frontera sur de Estados Unidos.

Biden ha entendido que si en el corto plazo no combate de manera frontal a las grandes organizaciones criminales que mueven la droga en el mundo, su política en este aspecto habrá fracasado, las estadísticas no mienten cada día se presentan más muertes de estadounidenses por su adicción al fentanilo.

Frenar su entrada por la ruta del Pacificio  es un gran reto y a las organizaciones criminales que ahí operan.

La  lista de 20 objetivos también contiene a varios narcotraficantes orientales que son parte de esta red criminal, por primera vez en mucho tiempo se está dando prioridad a este asunto, no solo son los traficantes mexicanos o colombianos los responsables de introducir un mayor número de drogas sintéticas al país, sino también las poderosas mafias orientales.

La colaboración se ha estrechado con autoridades policiales japonesas, pero no tanto con las chinas, país de donde también provienen grandes cantidades de contrabando y narcóticos ilícitos que entran al país.

Las investigaciones federales contra lavado de dinero realizadas este 2021 en California y otros estados ubicados en el norte de Estados Unidos, revelan nuevos “modus operandis” de los grupos criminales y como mueven la droga así como dinero ilícito, más allá, de historias sobre personajes públicos o estrellas de la farándula presuntamente vinculados al narcotráfico, se encuentra una realidad innegable para quienes estudian el fenómeno del narcotráfico internacional; Si los Estados nacionales no son capaces de frenar en el corto plazo el alto consumo de nuevas y mortales drogas sintéticas, el daño psicológico, social así como económico a sus poblaciones será a un más severo de lo que ya se enfrenta actualmente con la mortal adicción al fentanilo.

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