Y ante esta triste realidad que hoy se vive, vemos que este es uno más de los problemas que ha provocado la pandemia.

Analicemos algunas causas que han contribuido a generar estas situaciones de violencia familiar y de pareja. 

Debido al encierro en el que han estado viviendo muchas personas, ya que quédate en casa no es lo mismo para todos los sectores de la sociedad.

 Algunas familias viven en espacios reducidos, abusando del consumo de drogas, otras viven situaciones de tensión que son causadas por el desempleo de alguno o ambos de los proveedores de la familia, la falta de dinero que se da por el cierre de tantos negocios pequeños o medianos, la reducción de horas de trabajo y por consecuencia la disminución en los sueldos, y por supuesto la razón principal es  la falta de autocontrol de las personas, la falta del conocimiento en el  manejo de las emociones, son lo que dan como resultado que en muchos hogares, al enfrentarse a  estas situaciones desafortunadas, al no saber manejarlas, o sobrellevarlas para salir adelante, hacen que se incrementen las conductas de violencia y el abuso en contra de las mujeres.

Es necesario y urgente des aprender, todo lo que hasta hoy se vive y hace en el interior de las familias como, por ejemplo: evitar las relaciones con un trato agresivo que empieza en la manera de comunicarse entre la pareja hablarse con ofensas y gritos; ya que esto es el inicio de la violencia psicológica, que puede llevar a la violencia física. Así como también se debe evitar la violencia sexual.

Todos estos tipos de comportamientos en muchos casos, son conductas que se han aprendido en casa, imitando lo que el padre de familia hace con la madre, los hijos aprenden de lo que ven y oyen y la forma en que su madre es maltratada por el padre o la pareja es el ejemplo de cómo actuar…el abuso del hombre hacia la mujer y la supresión a la que somete.

 Hoy es URGENTE que todo esto deje de estar sucediendo, es necesario que se viva en ambientes de respeto y reconocimiento a la dignidad de la mujer y que deje de ser maltratada y vista como objeto, de servicio, de limpieza, de adorno, o de placer… Podemos tener programas de ayuda a las mujeres, pero se requiere atacar el problema de raíz, enseñar a los hombres el valor de la mujer. 

El cambio está en aprender técnicas de autocontrol, autoconocimiento, comunicación, tolerancia, respeto para reconocer la dignidad de la persona en todas las relaciones familiares; una forma efectiva de lograrlo es a través de la EDUCACIÓN.

No más vidas violentadas, no más abusos de poder, no más dolor en mujeres y niñas por una cultura de abuso.

EDUCAR PARA LA PAZ, para vivir en ambientes de amor, respeto, tolerancia, reciprocidad, armonía y perdón. 

Aprender en el hogar a manejar las situaciones del día a día con entusiasmo, en equidad, y trabajo en equipo,  en donde los pilares de la formación y educación a la persona humana civilizada somos, y seremos los padres de familia, para lograrlo es prioritario y  fundamental tener una relación sana consigo mismo, con la pareja y con los hijos. 

Luz Maria Ortiz Quintos

Instituto Nacional de Consultoria Familiar