mié. Abr 24th, 2024

Raúl Guajardo Cantú

Ahora que el gobernador del estado, Samuel García, decretó la apertura total de las actividades en el estado una vez que la cantidad de contagios de Covid-19 es muy baja, nos estamos enfrentando a nuestra realidad: una vialidad colapsada.

Al día siguiente de que se iniciaran las clases en todos los niveles educativos, salí de mi casa y sí, el tráfico estaba ahí, Gonzalitos, Constitución, Morones Prieto, Leones y demás arterias se encontraban a tope y “gozando” de las horas pico que ya más o menos habíamos olvidado.

Por ahora no habrá más que reajustar nuestros horarios y salir antes de casa para volver a calcular los traslados como lo hacíamos antes de la pandemia.

Pero en el largo plazo, quizá ya sea tiempo de empezar a pensar en los segundos pisos que no son solo necesarios, sino urgentes. Es cierto que representan un gran costo para el gobierno, o al menos eso se piensa, pero quizá debería optarse por concretar otros esquemas de financiamiento, como las inversiones de participación público-privadas y concesionar esos segundos pisos a quienes los construyan.

Cuantos de nosotros no estaríamos dispuestos a pagar una cuota mensual para no quedar atascado en el tráfico, una cuota que, por otra parte, recuperaríamos al reducir el gasto en combustible, ya que los embotellamientos representan eso precisamente, gastar más combustible y perder más tiempo.

Por lo pronto, el tráfico, los embotellamientos ahí están y quizá serán peor que antes, por ello hay que pensar en alguna forma de solucionar este problema de forma definitiva y confiando en las medidas complementarias que se tomarán para mejorar el transporte público.

Por Admin

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