El sector fintech ha crecido notablemente a lo largo de la pandemia. Nada más en México,
de acuerdo a cifras del Fintech Radar de Finnovista, al cierre de 2021 había 512 empresas
de este tipo, lo que significó un crecimiento de 16% en la industria en relación con el año
anterior. Esto posiciona al país como el segundo lugar en América Latina, sólo por detrás de
Brasil. Se ha establecido como un sector vibrante y como puente de comunicación entre
Estados Unidos y el resto de la región.
“La pandemia vino a acelerar procesos de transformación digital que llevaban años
gestándose. Las personas tuvieron que rearticular sus rutinas a partir de los confinamientos
y eso sirvió como un catalizador importante para el sector fintech, en la medida que ofreció
soluciones digitales, gestión e inversión para el dinero de los consumidores. El crecimiento
de este sector ha sido exponencial desde entonces y su empuje tiene beneficios enormes
para el desarrollo económico del país”, explica Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect,
startup mexicana de finanzas integradas.
Uno de los servicios integrados financieros que más se utilizan actualmente es el Sistema
de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), que permite hacer transferencias de dinero
desde cualquier lugar y sin importar la institución. Recientemente el Banco de México emitió
la circular 1/2022 para ejercer una serie de cambios al SPEI, representando la posibilidad
de rearticular el sector fintech como se conoce actualmente.
¿Cuáles son las nuevas reglas?
Los cambios que presentó el Banco de México al SPEI buscan que la población pueda
hacer uso de servicios de pagos digitales eficientes y tratar de implementar mejor el uso de
Cobro Digital (CoDi). A grandes rasgos, son cuatro los movimientos importantes que se
establecen en la circular:
1) Se permitirán operaciones de montos mayores en horarios extendidos.
2) Habrán más servicios de pago, como transferencias de fondos identificando al
beneficiario con los dígitos del número de teléfono del cuentahabiente.
3) Fortalecimiento del procesamiento de remesas a través del SPEI.
4) Además, incluye regulación para la participación indirecta de entidades financieras,
como las fintech, para ampliar sus capacidades de procesamiento y con beneficios
para los usuarios.
Las nuevas regulaciones imponen cargas no contempladas sobre las fintech,
particularmente porque quedan obligadas a conectarse directamente con el Banco de
México para sus operaciones, algo que implica todo un engranaje de infraestructura que
actualmente no existe.