vie. Abr 19th, 2024

Por Salvador Hernández LANDEROS

En el proceso natural de una manzana echada a perder huele a podrido y, ese nauseabundo olor, se ventila en la compra de vehículos de lujo para el TSJ.

Tienen razón las organizaciones de la sociedad civil al criticar la compra de 23 vehículos de lujo para magistrados, consejeros y escoltas del Poder Judicial.

La licitación para adquirir vía un arrendamiento de 48 meses, tiene como límite para la inscripción del concurso hasta hoy jueves. El fallo será el 5 de octubre.

Para las Ongs y de la sociedad civil, esa adquisición podría estar corrompida o dominada por la inmoralidad, al igual que una nueva sede legislativa.

Liliana Flores, del Colectivo Nosotros; Juan Manuel Ramos, de Redes Quinto Poder; Gilberto Marcos de Vertebra y Sandrine Molinard, del Consejo Cívico, rechazaron la adquisición de las unidades de lujo por la economía estatal.

En días pasados, el presidente del Tribunal Superior de Justicia en Nuevo León, José Arturo Salinas Garza, dio a conocer la inversión de más de $ 34 millones.

Los vehículos, Jeep Grand Cherokee Limited, con un valor unitario de $ 1.214 mil 900 serán para transporte personal de 16 magistrados y 4 consejeros.

Los 4 consejeros del Poder Judicial son Juan Pablo Raigosa Treviño, José Antonio Gutiérrez Flores, Pedro Cisneros Santillán y Juan Morales Alcántara.

Dentro de la licitación de vehículos se incluyen 9 autos tipo Jetta, 2022, cuyo costo unitario en el mercado es de $450 mil, sin saberse a quién se asignarán.

Pero no solo se adquirirán esos vehículos, también otros 4 más que, según publicó El Norte, serán asignadas a la escolta del presidente Arturo Salinas.

La política de lujos no abona a la confianza ciudadana y ese oneroso gasto, es un síntoma “de tentación del poder”. Por eso huele a manaza podrida.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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