Heredar una casa puede ser una grata sorpresa para muchas personas. No obstante, si quien hereda quiere venderla y no sabe cómo hacerlo, la sorpresa rápidamente puede convertirse en problema.
De acuerdo con Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com, en caso de aceptar la herencia de un inmueble los siguientes pasos son: pagar los impuestos por la adjudicación de la propiedad y realizar el cambio de las escrituras.
¿Tengo que pagar por heredar una casa?
La respuesta es sí. Al heredar un inmueble, los impuestos a pagar son los mismos que se pagan al comprar una casa, es decir, se paga el Impuesto Sobre la Adquisición de Inmuebles (ISAI). Para determinar el monto se debe considerar el valor del inmueble, así como la entidad federativa en la que se encuentra la propiedad.

Asimismo, debes tomar en cuenta que también se pagan los derechos de registro y los honorarios del notario.

Ya pagué, ¿ahora cómo vendo la propiedad?

Para vender una propiedad heredada por testamento es indispensable que la adjudicación se haya ejecutado. La adjudicación es sinónimo de compraventa, por lo que el heredero se vuelve el dueño del inmueble, y si lo decide, puede venderlo.

Al vender una casa, sea heredada o no, debes de cumplir con tus obligaciones y pagar los impuestos correspondientes.

En el caso de la venta de una propiedad se debe pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por Enajenación de Inmuebles. También es necesario escriturar.

El costo de escrituración toma en cuenta varios elementos como la ubicación, el uso de suelo y el valor del inmueble. El costo aproximado es de entre el 4% y 7%del valor total del inmueble.

¿Y si la casa está hipotecada?

El especialista de Propiedades.com apunta a que otro escenario posible es que la casa heredada esté hipotecada, en cuyo caso el heredero puede cancelar la hipoteca poniendo a la venta el inmueble, o bien, cubriendola deuda con sus propios recursos.

González comenta que al heredar una casa es importante hacer una evaluación del inmueble, para poder capitalizar mejor los planes de uso, ocupación o comercialización que se tengan para la casa.

“Aunque cada caso es único e individual es importante valorar su potencial comercial; para realizar un ejercicio costo-beneficio que considere la inversión en esta remodelación antes de vender o alquilar” agrega.