mar. Abr 16th, 2024

Roel Guajardo Cantú

Una frase atribuida, quizá de forma apócrifa, a Don Jesús Reyes Heroles señala que transformar el Sistema Educativo Nacional, SEN, es como cambiar las ruedas de un tren en movimiento. Independientemente de si la frase es o no de él, refleja la complejidad de la empresa en cuestión.

Ello es así porque el SEN está compuesto por muchos elementos que interactúan entre sí, como maestros, alumnos, planes de estudio, contenidos, enfoques pedagógicos, estrategias didácticas, materiales, estructura administrativa, comunidades, padres de familia y organizaciones sindicales.

La complejidad es una característica del Sistema Educativo Nacional.

Actualmente la educación privilegia las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas, STEM por sus siglas en inglés.

Este tipo de educación deja en un segundo y lejano plano a las humanidades, la historia, el civismo, los valores y la formación socioemocional.

Por supuesto que este tipo de educación se da en un contexto social y económico específico, el de la globalización de la economía. En el cual se privilegió el libre tránsito de mercancías y capitales a nivel mundial, no así el de personas.

Si bien la globalización trajo consigo un crecimiento económico al estilo descrito por Alan Greenspan, presentó también aspectos no tan brillantes. Por un lado, gracias a la globalización la economía creció, sacó a muchas personas de la pobreza, pero al mismo tiempo abrió una amplia brecha de desigualdad entre quienes más ganaban y los menesterosos.

Con el avance tecnológico y la distribución de las funciones económicas alrededor del mundo, fue necesario que se preparara a los jóvenes para enfrentar ese mundo en particular, aprendiendo precisamente las STEM.

Aunque este modelo económico ya venía mostrando desde hace algunos años signos de agotamiento, la pandemia del Covid 19 hizo patentes sus debilidades, sus vulnerabilidades e hizo patente que, para decirlo en términos de Fukuyama, no era este el fin de la historia.

Junto al modelo económico se desarrollaron nuevos medios de comunicación, tecnología que hoy portamos en los teléfonos celulares, tecnología que prometió atender de forma más específica a los individuos pero que terminó por privilegiar un modelo casi único desde el punto de vista cultural.

Esto tuvo su impacto en sociedades como la nuestra, por ejemplo, en México parecieran coexistir una cultura que defiende sus raíces con otra que busca ser más cosmopolita, olvidando su historia y valores culturales.

Al cambiar el momento de la globalización, de expansión mundial a integración de bloques económicos, las culturas locales cobran vigencia, de ahí que en México se esté proponiendo un nuevo enfoque para la educación.

La llamada Nuevo Escuela Mexicana, NEM, retoma los valores culturales de las distintas regiones del país, sus historias y revalora los conocimientos de las comunidades. De ahí que se esté proponiendo un nuevo tipo de educación en la cual se privilegia ya no a las STEM, sino las humanidades como guía para el conocimiento científico, con las implicaciones éticas que ello trae, así como también con el impacto que representa para el SEN.

Cambiar el SEN requiere de un trabajo de largo aliento, de establecer cierto tipo de relaciones laborales, de estrategias de formación de docentes en funciones y de nuevos docentes. Aunque suene trillado, la revalorización de la función del maestro que esta se refleje en salarios dignos resulta fundamental en estos momentos.

La formación en las áreas del conocimiento de convergencia, es decir, el conocimiento que se genera en la frontera existente entre distintas ciencias y la forma en que este se integra en la resolución de problemas, tal como lo propone este modelo, resulta fundamental, por lo que no solo habrá que capacitar a los maestros, sino convencerlos de que esto es lo óptimo.

Son muchas las variables que intervienen en esta etapa, una etapa que debe ser considerada casi como una “cruzada” social en aras de mejorar la educación del país, pensando que, afianzados en nuestras raíces históricas y nuestros valores, podemos encontrar un lugar en este nuevo mundo multipolar.

Sería conveniente que esta aportación invite a reflexionar acerca de los distintos factores a considerar en este cambio educativo.

Por Admin

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