Luz María Ortiz Quintos
Nos definen nuestros actos; que antes fueron nuestros pensamientos… nuestras creencias.
El mundo evoluciona a la velocidad de la luz;¿ y las personas?
¿Somos seres más humanos?
¿Pensamos más en ser amables, honestos, sinceros, solidarios? ¿O cada quien ve para su beneficio propio?
Responderás de acuerdo a tu experiencia y a tu manera de ser y de pensar.
Pero estoy segura, qué hay situaciones que aunque las personas las quieran interpretar de acuerdo a sus creencias, solo la acción realizada habla por si misma.
Somos lo que hacemos, somos lo que damos, somos lo que elegimos ser…
¿Personas de luz o personas de obscuridad?, para nosotros mismos y para los demás
¿Personas positivas o personas negativas?
¿Vemos lo bueno en todo o nos quejamos de todo?
¿Personas vitaminas o personas tóxicas?
¿Irradiamos amor, alegría, amabilidad, comprensión y respeto; o vamos por la vida con nuestras heridas emocionales, lastimando a los demás?
Los cristianos estamos viviendo la cuaresma, se nos invita a hacer un cambio de vida, a dejar todo aquello que no suma, que resta y divide y esto finalmente a quién beneficia es a uno mismo.
Cargar la cruz de cada día, es ver el sentido del dolor ofrecido por amor. No hablo de ser seres que por elección sufran, hablo de aceptar las situaciones que día a día nos inquietan, nos preocupan sin perder el sentido de la vida.
Un mal día no significa una mala vida.
Podemos vivir días de tristeza, decepción, traición, todo esto es parte del ser humano, pero lo que no es sano es, permítenos ¡quedarnos ahí!
La mejora es continua, y es personal.
No estamos para juzgar al prójimo, más bien estamos para reconocernos a nosotros mismos y dejar todo aquello que no nos permite ¡ser luz y llevarla a los demás! 💕