sáb. Dic 21st, 2024


Gerson Gómez
Ximena Peredo, Félix Arratia, Mariana Rodríguez e Indira Kempis García pasaran a la basura de la historia reciente. Amparados contra la justicia, la mayoría de ellos, se ocultan en sus oficinas.
Ximena debe y pagará en metálico, de su peculio, solo es cuestión de tiempo. Perderá en todas las instancias. Su acto de difamación es contundente. Aún señale la prescripción de su delito.
Félix Arratia, simplón de trajes o ropaje henchido en su cuerpo abultado, ha tratado de ser el cortafuegos, el sancho panza del gobernador. Los diputados de la oposición, expediente en mano, van por su caída. A los grupos parlamentarios les urge verlo en el penal de Apodaca o Cadereyta.
Mariana Rodríguez, Reyna consorte en la corte de los enanos, desconoce todos los elementos legales. Su capacidad intelectual apenas va por encima a la media. Decepcionara a sus followers, los chabacanos. No existe una sola imagen, discreta, de alimentar con su cuerpo a Mariel.
Más allá del tik tok, Mariana no debe ser considerada en serio para cargo de elección popular alguno.
La frágil whitemexican no es Jackelin Kennedy. Tampoco Samuel es John F. Los espacios del senado, para Dante Delgado, el presidente, líder moral y hasta dueño de la concesión de Movimiento Ciudadano, Colosio o Treviño atraen bobos.
Si desea pesos pesados, recurrirá a Agustín Basave Benítez, por encima del cachorro Basave Alanís.
Para Indira Kempis García el panorama es más restringido. Funcionar como bróker, promotora de las criptomonedas o hacerse cargo de Participación Ciudadana, donde aún despacha Ximena Peredo.
O regresar a su natal Morelos, a vender asesorías legislativas. Comenzar trabajo político en la tierra de Emiliano Zapata. Ahí se sentirá mejor. A una hora, por carretera, de la ciudad de México.

Por Admin

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