Óscar Tamez Rodríguez
El arranque anticipado por parte de las corcholatas, seguido meses después por la oposición y validado por la autoridad electoral deja en calidad de ilegales las pre, pre, precampañas anticipadas de morenistas y opositores.
La ley electoral (LEGIPE) es clara: todo acto de promoción previo a los tiempos establecidos es ilegal y debe sancionarse. Ante el reto lanzado desde Palacio Nacional y sus corcholatas sobre no respetar la ley, el INE prefirió omitir su responsabilidad.
En esta columna “Política e Historia” evidenciamos hace meses la precampaña anticipada por parte de Claudia Sheinbaum en donde difundía su proyecto.
En la mayor parte de los municipios de Yucatán colgaban lonas de aproximadamente un metro por 70 centímetros donde aparece la aspirante con la leyenda “#Es Claudia”, incluso en una de las lonas está el presidente del país levantando su mano en señal de triunfo. Son miles de lonas difundiendo su imagen.
Junto a las lonas están los masivos de promoción, los panorámicos de revistas con su persona en la portada. Todo y no pasa nada.
Es de recordar que ni los aspirantes, partidos o terceros pueden promover la imagen de algún aspirante. Frente a la inacción de la autoridad siguieron Marcelo y Adán con publicidad similar, el lunes 7 de agosto, un camión urbano en Monterrey difundía a Marcelo Ebrard, no importa si la promoción está tan espantosa que más parece agresión que ayuda, el hecho es que propaga su imagen (a favor o en contra).
La autoridad en vez de sancionar los meses y millones de pesos en pre, pre, precampaña, habilita la misma trasgresión para la alianza opositora, les permite arrancar un proceso que si bien es inequitativo frente a las corcholatas, es igual de ilegal.
Por años la oposición ha cuestionado la forma en la cual la autoridad federal y “Ya sabes quién” violentan la legalidad… pero no pasa nada. ¿Con qué autoridad evidencian ahora las ilegalidades preelectorales de Morena o las surgidas desde dentro de la puerta Mariana?
En un régimen republicano nadie está por sobre la ley, esto porque es la única forma de garantizar que no se constituyan dictadorzuelos en el poder, además que es el único mecanismo para sostener una democracia como sistema de gobierno.
De nada sirve la respuesta “salomónica” del INE al permitir que arranquen con más de seis meses de retraso y tres de adelanto los opositores pues el daño es irreversible. El daño es por inequidad, inmoralidad e ilegalidad; segundo, se afecta el sistema político mexicano al responder con un quebranto a la ley frente otra violación igual.
Es cierto que la actual legislación es poco práctica, pero se hizo así como una forma de reprimir los abusos desde el poder para favorecer a unos candidatos frente a otros, es decir, como forma de garantizar contiendas justas y parejas.
Hoy los mismos aspirantes denuncian fraude o irregularidades. Ebrard cuestiona la falta de equidad interna en favor de Sheinbaum. Xóchitl despotrica contra los partidos que habrán de postularla y denuncia al PAN y al PRI de manipular el proceso de recolección a las firmas.
Queda la duda por saber si el INE dará respuestas a modo, “políticamente correctas” o evasivas en los próximos comicios 2023-2024 por arrancar en unas semanas.
No es cosa menor que, quien ocupe la presidencia del país a partir de diciembre del 2024 sea alguien que gane con ilegalidades, pues se puede volver hábito.
Peor aún si pensamos que deben infringir las reglas para ganar pues su capital político no da para más. ¡Pobre México y su endeble democracia!