Por Salvador Hernández LANDEROS
El alcalde de San Pedro, Miguel Treviño y su secretario del Ayuntamiento, Bernardo González, ya encontraron “el cómo blindar” su municipio.
San Pedro, del que siempre se ha presumido como el más seguro con su blindaje, pero por los escoltas de sus habitantes, ha ido al alza en la violencia.
Pero Miguel, el alcalde y su colaborador, Bernardo, ni la burla perdonaron. No plantearon estrategia frontal alguna para combatir esa delincuencia.
Según Bernardo, dijo qué: “después de las fiestas patrias, regresaría la presencia militar a San Pedro” (sic), tal pareciera una frase matona y confusa.
Queda la impresión que Miguel sólo le dijo ¡Bú! a la delincuencia para asustarla o si, también, de mandarle un aviso para espantarla y se alejara.
Cualquiera de las impresiones, el “Bú” o el aviso, dejan mucho que pensar en la inteligencia, técnica o capacidad para implementar serias estrategias.
Pero eso no es nada, lean lo que dijo Bernardo: “Hace 10 días me reuní con el General Chiñas, de la Séptima Zona, ya hicieron una visita hacen unos días para regresar al personal militar, NO Guardia Nacional a esta zona” (sic)
El funcionario se pasó de sincero, pero, sin ofender, pecó de algo más. Tuvieron que pasar 10 días para dar calma a los habitantes de San Pedro.
Al acudir a solicitar apoyo hace 10 días con el General Chiñas, da a entender que la policía municipal de San Pedro, está rebasada por la delincuencia.
Y peor, enfatizar que regresa la presencia militar, NO Guardia Nacional, da a entender qué, por alguna causa o razón, no quieren ahí a esa corporación.
Que pena por los vecinos de San Pedro, teniendo tanta capacidad policial de empresarios y no se asesoren con ellos, al menos, nomás para no hablar por hablar.