dom. Dic 22nd, 2024

Hace 35 años David volvió a nacer. El 17 de septiembre de 1988 su trabajo le impidió viajar en un autobús de pasajeros a la ciudad de Torreón, el cual, quedó enterrado en el lecho del río Santa Catarina ante los embates del Huracán Gilberto que dejó muerte y destrozos. El boleto de la muerte lo tomó otro pasajero.

“Viajaría a Torreón con el periodista Carlos Torres para asistir a una corrida de toros donde participaría un amigo. Hora antes de la medianoche nos reunimos en un bar para hacer tiempo y esperar la salida a las 23:00 horas”, recuerda.

David regresó a casa para tomar ropa y luego reunirse con Torres en la central camionera. Sin embargo, una llamada de su trabajo le impidió trasladarse y tuvo que quedarse en la ciudad para monitorear el fenómeno que prácticamente todo el día del 16 de septiembre desató intensas lluvias.

El boleto del autobús se lo dejo a Leonardo Zavala, novel reportero del entonces periódico El Nacional a quien apodaban “El Pájaro”. Él dijo que los acompañaría y que compraría su boleto, pero David le entregó el suyo por si no alcanzaba a salir de casa por la lluvia.

El autobús a Torreón y otro más de pasajeros, repletos de gente fue desviado por la autoridad ante la creciente de agua en las avenidas. Les pidieron pasar el río por un vado en los límites de Monterrey y San Pedro, luego vino la avalancha de agua que los envolvió y enterró en el lodo. Los cuerpos de otros pasajeros fueron llevados por la corriente.

Desde las inundaciones de la primera década del siglo pasado, no se había visto tal desastre; el huracán Gilberto azotó Monterrey con vientos muy fuertes, lluvias torrenciales y extensas inundaciones la madrugada del 17 de septiembre.

De acuerdo con reportes oficiales, alrededor de 200 personas perdieron la vida en cinco autobuses mientras cruzaban el río Santa Catarina, el cual se desbordó en su totalidad; 6 policías murieron al intentar rescatar a los pasajeros varados en los mismos. Los datos dicen que la cifra de muertos en total por las inundaciones fue de 433.

Ese día, Monterrey se quedó sin electricidad y agua potable, y la mayoría de las líneas telefónicas dejaron de funcionar.

La mañana del 17 de septiembre cientos de personas buscaban entre los escombros del Santa Catarina a sus muertos. La ciudad estaba prácticamente destruida en su infraestructura y el olor a muerte se respiraba en el anfiteatro local.

Carlos, quien era periodista taurino y jefe de información del entonces periódico Tribuna de Monterrey, está ahora sepultado en Torreón, de donde era originario. De “El Pájaro”, nunca se encontró su cuerpo.

David, sigue laborando en los medios de comunicación y cada 17 de septiembre se recuerda en un breve homenaje a los muertos que dejó Gilberto.

Este huracán fue el peor en la historia de Jamaica y el ciclón tropical más destructivo en México.

Debido a su impacto generalizado, los grandes daños y por el número de víctimas, el nombre de Gilberto fue retirado en la primavera de 1989 por la Organización Meteorológica Mundial y fue el primero que se retiró desde el huracán Gloria en 1985.

El nombre nunca será utilizado de nuevo para cualquier otro huracán en el Atlántico.

Por Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *