Raúl Guajardo Cantú

No nos referiremos hoy a las promesas que hace más de tres años hiciera el actual gobernador del estado con la finalidad de lograr el voto que lo tiene como jefe del ejecutivo estatal, puesto desde el cual ahora pretende construir un liderazgo que despreció durante tres años.

Hablaremos de las promesas de campaña que seguramente escucharemos con miras a las elecciones estatales del 2027 y que, para desgracia de los ciudadanos, han comenzado ya violentando todos los tiempos legales, pero así es la nueva realidad que enfrentamos, mientras quienes ejercen diferentes responsabilidades las dejan en un segundo plano para dedicarse a buscar el siguiente puesto.

Seguramente la actitud que asume ahora el gobernador tiene que ver con ese proceso electoral, en el cual podría lanzar como candidata de su partido a su esposa Mariana Rodríguez, aunque por aquello de las dudas, deberá preparar a uno de sus cuadros de confianza, como Miguel Flores a quien están tratando de forjarle una imagen de negociador después de que fuese el brazo ejecutor de gobierno, o también podrían impulsar a alguno de los alcaldes de su partido, ya que Colosio no cae en esa categoría.

Resulta muy difícil pensar que tendrá éxito en este cometido, aunque quizá su verdadero objetivo sea lograr que Mariana llegue a la alcaldía de Monterrey con miras a lo que pueda ofrecerse en 2030, un sueño aún vivo del actual mandatario.

Ya seremos testigos de cómo se desarrolla este proceso de Movimiento Ciudadano y su líder local y de cuáles serán sus promesas de campaña.

Por lo que respecta a la dupla PRI-PAN habrá que estar atentos lo que puedan ofrecer en caso de que decidan ir juntos, porque hasta ahora el más avanzado de sus posibles candidatos es el alcalde regiomontano Adrián de la Garza, a quién algunos panistas ven con desconfianza.

Adrián tiene una gran experiencia en seguridad, pero si vemos la forma en que se está desarrollando la actual narrativa que acerca del estado proyectan los distintos partidos políticos, este tema ha pasado a segundo o tercer plano, por debajo de la movilidad, la contaminación y el abasto de agua potable en el largo plazo.

No es un buen inicio para Adrián, quien deberá reinventarse si desea mantener su posición como el firme candidato que es hoy a la gubernatura del estado, una tarea difícil para alguien que tiene toda la vida en el ámbito de la seguridad, aunque no sea un objetivo imposible de lograr.

El PAN no cuenta ni con figuras, ni con temas propios para el proceso que ya inició y que estaremos viendo durante los próximos años. Debido a la dinámica propia de este partido, no ha desarrollado cuadros políticos que pudieran pelear por la gubernatura, así como tampoco ha generado temáticas que les sean propias, de hecho, su narrativa en el Congreso local es más bien reactiva que proactiva, con todo lo que ello implica a la hora de tener un discurso de campaña y una serie de promesas que puedan ser creíbles para los ciudadanos.

Lo referente a Morena lo veremos en nuestro siguiente texto.