mar. May 6th, 2025

Cosas del Tony

Por: Antonio Sánchez R.

La función pública es una ocupación que requiere de un verdadero espíritu de servicio, para cumplir con las metas y objetivos y, principalmente, con los compromisos contraídos con quienes tuvieron la confianza para otorgarles esa responsabilidad, ya sea un puesto de elección popular o bien el formar parte de un equipo de trabajo enfocado a servir a los ciudadanos.

Siempre han existido nexos entre quienes detentan el poder público, en sus diferentes niveles y los distintos grupos representativos de la política y, se supondría, que su compromiso es velar porque sus representados obtengan los beneficios que les corresponden, como parte de un todo, de una sociedad plural y equitativa.

Bueno. Al parecer estamos filosofando partiendo del pensamiento ideológico que imperó hace algunos años, años en los que la oposición política era simple comparsa que seguía las directrices de quienes realmente mandaban. Pero, aun con todo y eso, los principios básicos de cada partido político, la plataforma ideológica sobre la que se construían sus cimientos, eran un verdadero tesoro literario.

Y había gente que sentía en realidad los colores, las siglas y sus creencias, defendiendo a capa y espada los espacios conquistados y así, un buen día, la oposición consiguió lo que muchos llegaron a pensar que sería imposible: asumir el poder máximo de este país y de algunos estados de la república. Pero, nada era, nada fue, ni es, ni será gratuito.

Todo tiene un precio. Todos.., bueno, casi todos, tienen un precio y con el correr de los años, eso se ha puesto de manifiesto de muy diversas maneras, pero en los últimos tiempos, cambiar de colores, de partido, traicionar a quienes alguna vez representaste, pareciera ser la divisa favorita de muchos, haciendo a un lado ideologías, convicciones y lealtades.

Ya hemos comentado en ocasiones anteriores que ya los políticos no están identificados al cien por ciento con los partidos en los que supuestamente militan y queda de manifiesto que su participación es meramente la búsqueda de intereses muy personales, antes que aquellos que alguna vez juraron tener. Las “chaquetas” cambian de color según los beneficios que se van recibir.

Aquí en Nuevo León, hay casos de funcionarios que cambiaron de colores en cuanto supieron la cantidad que se embolsarían por traicionar “sus principios”, si es que alguna vez los tuvieron. La capacidad camaleónica de algunos es tanta, que en poco tiempo sus colores cambian de manera radical.

Nada es gratis, decíamos, así como en estos tiempos, no hay quien de “brinco sin huarache”. Ya nada nos sorprende. Que un muchacho bocón, mentiroso, prepotente y ambicioso llegara al poder estatal es poco, comparado con todo el desbarajuste que ha ocasionado, todo para hacer cumplir a rajatabla sus caprichos, llevándose de encuentro lo que se interponga a su paso.

La última “adquisición” de la administración estatal ya viste de naranja. ¿Acaso el ingreso de Patricio “Pato” Zambrano a Movimiento Ciudadano fue porque le gustaron los documentos básicos y la plataforma de principios de su nuevo partido? Por supuesto que no. Lo más seguro es que para su “reclutamiento” se haya utilizado el enorme “poder de conven$imiento” de nuestro insigne FosfoGober, que es muy hábil para eso de comprar voluntades y resquebrajar principios.

Nada es gratis. Lo sentimos pero, “el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla. Hemos visto tantas cosas en la política nuevoleonesa en los últimos 50 años, que ya no nos asombra que un “pirrurris” que decidió meterse a la farándula y luego “abrazara” la política como entretenimiento, traicione a quienes prometió representar en futuras contiendas electorales.

Pero…, la política es para algunos, un negocio bastante redituable y sus lealtades están basadas en las cifras que tengan los cheques que van a recibir. La verdad, este tema da para mucho más, pues sólo a nivel local, hay material para llenar muchos libros bajo el título de “La política como negocio”. Así es el bisnes político, ¿verdad? 

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