Raúl Guajardo Cantú
Como hemos señalado en anteriores artículos, los actores políticos ya se encuentran en plan 2027, y ahora tocó el turno del gobernador de hacerlo evidente con la recomposición de su equipo cercano de trabajo.
Aunque no se ha hecho oficial, todo indica que se crearán tres áreas dentro del gabinete, las cuales serán lideradas por otros tantos secretarios que serán algo así como los super secretarios del ramo.
Dentro de estos ajustes llama la atención la incorporación de Mike Flores en el área de Buen Gobierno, lo que lo ubicaría como una especie de vicegobernador del estado. Este nombramiento le da sentido al anterior movimiento que realizó Samuel con Flores cuando lo envió al Congreso local.
De alguna u otra forma lo preparó para su nuevo encargo, ya que al hacerlo líder de la bancada de Movimiento Ciudadano le permitió tener el roce que necesitaba con los actores políticos con los que ahora tendrá que tratar en otro plano.
Resulta más o menos obvio que Samuel piensa en el 2027, sabe que el año más difícil para los gobernadores es el séptimo, cuando ya no están en el cargo, lo sabe porque él ya vio lo que sucedió con los dos últimos de ellos.
Así es que se está preparando para cuando termine su mandato y espera no tener que pasar por los mismos apuros que pasaron sus antecesores.
Así es que, después de los cambios, no dude usted que comience a generar acciones tendientes a mejorar la posición de su partido con miras a las citadas elecciones de 2027, en las cuales intentará que el Congreso tenga una composición favorable para él y, si le va bien, bloquear a su principal adversario.
Decíamos en una de nuestras colaboraciones que al parecer Samuel García prefiere no realizar ciertas obras con tal de que su principal rival no se vea beneficiado de alguna u otra forma.
El problema para el gobernador del estado consiste en que durante su primer trienio al frente del estado se ha hecho de una imagen no tan positiva para él, en tanto que la imagen de Mariana Rodríguez ha sufrido un retroceso, a grado tal que no pudo lograr el triunfo en su incursión como candidata a la alcaldía de Monterrey.
Subrayamos el caso de la esposa del gobernador porque, sin lugar a duda, ella representaba parte de la imagen positiva de Samuel, era un activo político para él, sin embargo, hoy ya no es así.
Seguramente que los cambios en el gabinete intentarán recomponer la imagen del gobierno de Samuel, recuperar algo de la popularidad con la cual llegó al cargo y, de ser posible, lograr que su posición en el Congreso local no sea tan mala como la de sus antecesores en el cargo.
Es una tarea que no se ve fácil, sobre todo porque resulta más difícil recomponer una imagen que se ha deteriorado con el ejercicio del poder. Sin embargo, ya veremos cómo lo intenta Samuel.