Raúl Guajardo Cantú

Si hay un partido que, objetivamente la tiene cuesta arriba en Nuevo León para las próximas elecciones de gobernador, ese es Morena, de ahí que llame la atención el hecho de que los morenistas estén tan seguros de que el próximo gobernador usará chaleco de color guinda.

Salvo que estén esperando una intervención de las alturas, no se entiende el optimismo de los morenistas nuevoleoneses, ya que no cuentan con estructura electoral, ni con cuadros que despierten el entusiasmo de los votantes y mucho menos con la unidad de sus integrantes, al menos por lo que respecta al estado.

Morena hoy en Nuevo León es un agregado de exprianistas que se sintieron relegados en esos partidos y buscan en el guinda un vehículo para alcanzar los objetivos que no pudieron lograr en sus anteriores partidos.

Quienes forman parte de la vieja izquierda en el estado no son siquiera tomados en cuenta por el ahora partido hegemónico en el plano nacional entre otras cosas porque no aportan recursos económicos al quehacer partidista.

Esa vieja izquierda que en su momento mantuvo viva la ideología social en Nuevo León, hoy ve cómo su trabajo de muchos años es aprovechado por gente proveniente de otros partidos, algunos de los cuales francamente son refractarios a las ideas de avanzada, algo similar a lo que sucede en algunas partes del país.

Por otra parte, Morena no es un partido que haya logrado colocarse en el gusto de los ciudadanos nuevoleoneses, tan es así, que se maneja una figura del PAN para contender bajo sus siglas pese a que ni siquiera en el blanquiazul es reconocida y aceptada debido a su indisciplina anterior, hoy convertida en obediencia ciega ante los dictados de YSQ.

Inclusive hay un reconocimiento más claro de que la 4T no prende en Nuevo León, se le ha puesto apellido: “norteña”. Es un claro deslinde con la “otra” 4T, la que viene del sur y con ese diferenciamiento se está aceptando que aquí la ideología cuatroteista no prende y hay quienes están intentando de hacerla coincidir con el ideario, nada menos, de Don Eugenio Garza Sada, todo un icono de lo que es ser nuevoleonés.

Insistimos, hoy el partido hegemónico nacional se encuentra dividido en el estado, por una parte un grupo de ex priistas que desea apropiarse de él, de sus prerrogativas y de la designación de candidatos, mismo grupo que ya intentó llevar a una de sus integrantes a Palacio de Cantera y fracasó estrepitosamente, en tanto que por otra hay grupos menos organizados de ex panistas, ex muchos colores y, a lo lejos, los de la vieja guardia.

Consideramos que en esas condiciones, solamente una intervención de las alturas podría hacer que ganaran la gubernatura, o que una gran división entre los ciudadanos de este estado permitiera que, como dice la sabiduría popular, a río revuelto ganancia de pescadores.

El espacio se nos acaba pero en el próximo artículo analizaremos a los principales actores de este partido que pretende lograr la gubernatura del estado, pese a todos los indicios en contra.