Utah.- El activista conservador norteamericano Charlie Kirk, aliado cercano de Donald Trump y figura clave en el vínculo del presidente con el voto joven, murió este miércoles tras recibir un disparo en el cuello mientras intervenía en una conferencia en la Utah Valley University. El ataque, que provocó escenas de pánico en el campus de Provo, ciudad de Utah, ha sacudido al país y agudizado las tensiones políticas, poco más de un año después de que el propio Trump sobreviviera a un atentado en el que una bala le rozó la oreja.
Kirk, de 31 años y con dos hijos, participaba en la gira «American Comeback Tour», organizada por Turning Point USA, la entidad que fundó y dirige, diseñada para conectar a Trump y sus aliados con el electorado joven. En Utah, su conferencia se desarrollaba bajo una carpa, en el conocido formato «Demuéstrame que estoy equivocado», en el que animaba a los estudiantes a cuestionar sus planteamientos ideológicos en debates abiertos.
Mientras respondía a una pregunta, se escuchó un disparo. Testigos lo vieron llevarse las manos al cuello y desplomarse de su silla. El vídeo difundido en redes sociales muestra el instante en que se derrumba, generando escenas de confusión y miedo entre los asistentes. Las autoridades confirmaron que un sospechoso fue detenido en el campus.
El presidente Trump anunció la muerte de Kirk con un mensaje en el que lo definió como «el gran y legendario Charlie Kirk», y añadió: «Nadie entendió ni tuvo el corazón de la juventud en Estados Unidos mejor que Charlie. Fue amado y admirado por todos, especialmente por mí». Era una presencia frecuente en el Despacho Oval, y fue crucial en la victoria de Trump en las pasadas elecciones.
El director del FBI, Kash Patel, afirmó que la agencia está «siguiendo de cerca» la investigación y garantizó que los agentes llegaron «rápidamente a la escena». La policía judicial coordina las pesquisas con las autoridades locales mientras se evalúan los videos y los testimonios.
Nacido en 1993 en Illinois, Kirk fundó Turning Point USA en 2012 con apoyo de donantes conservadores. Durante el primer mandato de Trump organizó actos en la Casa Blanca, incluso en plena pandemia, para acercar al presidente a los votantes jóvenes, un electorado tradicionalmente alejado del Partido Republicano.
TPUSA se convirtió en una de las organizaciones juveniles conservadoras más influyentes de Estados Unidos, con presencia en más de 850 campus, ingresos millonarios y programas como «Control de Profesores», que denunciaba presuntos sesgos ideológicos en la educación superior. En 2023 declaró ingresos cercanos a 80 millones de dólares.
Además de TPUSA, Kirk lideraba Turning Point Action, brazo político que jugó un papel clave en la movilización juvenil durante la campaña de reelección de Trump, y Turning Point Faith, centrado en el activismo religioso. También cofundó un consejo consultivo de la Fuerza Aérea nombrado por Trump, consolidando su papel como uno de los aliados más cercanos al presidente y con frecuentes visitas a la Casa Blanca en los últimos meses.
Momentos antes del ataque, Kirk había compartido en redes sociales su entusiasmo por la gran afluencia de estudiantes a su conferencia en Utah. Su asesinato supone un duro golpe para el movimiento juvenil conservador y añade un nuevo capítulo a la violencia política que marca el clima en Estados Unidos.