Gabriel Contreras
Vivimos un alud de ofertas de lectura.
A nuestro alrededor giran todo tipo de publicaciones, sin barreras, sin topes, y también sin canon ni controles.
De modo tal que la clave está en el criterio. Leer no es una cuestión de actitud, es un asunto de experiencia y habilidad.
Pero hay otro asunto que casi nos abruma: leer es un asunto de dinero, y en ese sentido hay que considerar: comprar en físico o en digital es un dilema; y otro dilema, aún más especializado, es el de comprar (digitalmente) por unidad o por suscripción…
No lo sé, piénsalo…