mar. Nov 4th, 2025

Por Manuel CARMONA

De ahora en adelante hasta que los partidos políticos definan a sus candidatos a los principales cargos de elección popular, tanto para las Alcaldías como para las diputaciones locales y federales en el 2027, estará de moda la publicación incesante de encuestas a modo sobre  preferencias electorales, de todos colores y sabores, habidos y por  haber.

Según el interés de quien las pague, se pondrá en primer lugar en las preferencias e intención de voto por 10, 15 puntos o por los que sean necesarios, el caso es que los resultados le darán amplia ventaja sobre los demás. El famoso cuchareo ha comenzado, trajes a la medida se confeccionarán sin rubor alguno hasta el infinito y más allá.

Siendo las encuestas un instrumento científico de mucha utilidad y que ha sido utilizado exitosamente  en todas partes del mundo  desde hace medio siglo, para medir las percepción de la opinión pública respecto a los más variados intereses, resultó un boom en el ámbito de la política, porque permite a quienes aspiran a un cargo de elección popular saber exactamente donde están parados y que tantas posibilidades de lograr una victoria pueden tener en caso de que pretendan participar en un proceso electoral.

Pero todo se arruinó cuando las encuestas fueron desnaturalizadas por los políticos y se les arrebató su sentido y objetivo como herramienta de medición y se les empezó a dar un uso como instrumento de propaganda, es decir, cuando ciertas empresas encontraron un apetecible negocio en la venta de estudios de opinión en función de los intereses del cliente y no en información obtenida de la recopilación y análisis de datos obtenidos de la realidad.

No obstante, lo que no se está considerando es que las encuestas a la medida, NO MODIFICAN LA REALIDAD, solo es mera publicidad, pero además engañosa.

Desde luego que los efectos que ha traído consigo esta actual y recurrente práctica, es la desconfianza y pérdida de seriedad en los estudios demoscópicos, pero independientemente de ello, en el fondo son y seguirán siendo instrumentos científicos que bien aplicados, con el cuestionario, muestra y metodología adecuada, arrojan una interpretación muy aproximada y certera de la realidad.

La diferencia de las encuestas a modo, es que son un recurso ya desgastado e inútil, que equivale a invocar la sabiduría de un espejo para preguntarle quién es el más bonito en el reino y encontrar la respuesta en el reflejo de quien se está mirando. Al final del día esto termina siendo un verdadero fraude para quien las manda a hacer en su beneficio, porque el resultado NO ES REAL.

Saco a colación este tema luego de la encuesta que circuló la semana pasada elaborada por la empresa  poligram.mx  en la que pone al coordinador del gabinete José Luis García Parra como el gran favorito para ser el candidato de Morena a la Alcaldía de la capital, pero no se considera en la medición al actual Presidente Municipal José Chedraui ,quien es un fuerte aspirante a participar en el proceso electoral del 2027, como si no existiera en el escenario, dando por hecho de que no va a participar y eso es un dato que aún se desconoce.

Basados en ese ejercicio elaborado por la empresa poligrama.mx los jilgueros y aplaudidores a sueldo se dieron vuelo toda la semana festejando que ya todo está decidido y en un arrebato de ignorancia y lambisconería, casi casi “habemus” candidato y nuevo Presidente Municipal en el 2027.

Lo real es que aunque solo falten 15 meses para la definición de la candidatura y aunque el 2027 está a la vuelta de la esquina, resulta todavía muy prematuro poder afirmar quien será primero candidato y luego ganador de la elección para convertirse en el próximo Presidente Municipal de la capital del estado.

Son muchos, yo diría que DEMASIADOS los interesados por la posición y cada uno de ellos trae un poco de posicionamiento, unos más que otros, pero todos los que han hecho pública su aspiración traen algo, tienen trayectoria, traen sus recursos, sus estructuras y sus ALIANZAS ya sea políticas o su grado de porcentaje en respaldo social.

También habrá que considerar que a medida que se vaya acercando el momento de la definición de la candidatura más importante que se jugará en junio del 2027 (la alcaldía de la capital del estado) las presiones, los jaloneos y las tensiones se irán recrudeciendo y como suele ocurrir invariablemente durante toda contienda interna, se tendrá que negociar con TODOS los actores y los grupos políticos.

Es ampliamente sabido y documentado que EL VENCEDOR NUNCA SE LLEVA  TODO, para evitar fracturas y debilitar lo menos posible al partido, aunque no siempre se logra, pero habrá que ceder lugares y posiciones. En todos los tiempos  existe el riesgo de que aquellos que no se vean favorecidos por una candidatura la busquen por otro partido y el 2027 en Puebla no está exento de esa posibilidad.

De manera tal que en esos momentos de máxima tensión previo a las definiciones, son probables los cambios y ajustes de última hora y con el paso de los años hemos sido testigos de esto en innumerables ocasiones, que el puntero en la carrera por la candidatura como resultado de las negociaciones, es desbancado o sustituído a pesar de los pronósticos y a veces contra toda la lógica política elemental,  por eso resulta apresurado y poco serio, dar por sentado que fulano o mengano será el candidato oficial y más aún resulta temerario e irresponsable anticipar quien será el próximo Alcalde de la ciudad de Puebla.

El camino aún es largo y está lleno de obstáculos, amenazas y también de muchos factores inesperados que se irán presentando.

* El autor es abogado, escritor y analista político.

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