mié. Nov 5th, 2025

Cosas del Tony

Por: Antonio Sánchez R.

La publicidad oficial está más que desatada, ilustrando una realidad que dista mucho de existir; nos pintan un estado boyante, sin fallas, perfecto, en el que todo se hace a tiempo o, como ellos dicen “En tiempo y forma”, cuando la verdad existen fallas terribles en la mayoría de los rubros de la administración estatal.

Según el discurso oficial, Nuevo León es una “chulada” en inversión general, colocándolo en el primerísimo lugar de entre todos los estados que conforman la federación. Jauja les queda corto, pero la realidad es muy, pero muy distinta, ya que las estadísticas reales muestran diferencias significativas.

Dicen que todo estará a tiempo, pero no dicen a qué tiempo. Todo es relativo. Hablar de tiempos podría ser una trampa, pues nada garantiza que en verdad se vaya a cumplir, sobre todo cuando no existe una solidez específica en las finanzas estatales, mismas que no tardan en colapsar, por tanta carga que le han metido, gastos que podrían echar por tierra los festivos planes del “FosfoGober”.

En alguna ocasión ya señalamos en este mismo espacio que las cuentas en el estado, no están muy claras y que se han armado cuentos bastante fantasiosos para tejer una realidad ficticia, digna de una mente que le podría hacer competencia al mismísimo Nicolás Maquiavelo,

Se habla de cantidades estratosféricas al mencionar las “posibles” inversiones futuras para Nuevo León, pero al parecer, a muchísima gente ya se le olvidó que el multimillonario gringo Elion Musk, supuesto “amigo” del Samy Boy, ya los dejó con el tinglado por los suelos y con los sueños de un alcalde rotos y hechos polvo, además de inversiones fallidas que jamás se concretaron.

Nuevo León es un gran estado, eso nadie lo duda. Una entidad con gente valiente, entrona, inteligente y capaz, pero que, desafortunadamente, ha sido objeto del mayor de los engaños al elegir a un bufón, a un “genio” de las finanzas cuya riqueza personal y familiar la consiguió a través de negocios relacionados con la fabricación de facturas tan falsas como su “sufrida” juventud en los campos de golf.

Los tiempos y las formas son un chiste en un régimen estatal en el que los sueños guajiros están a la orden del día. Durante cuatro años, Samuel García nos ha tratado de vender la idea de que “gracias” a sus gestiones, las crisis sufridas han sido resueltas.

Error. En la crisis del agua, nada tuvo qué ver la mano del FosfoGober, pues fue la misma naturaleza las que se encargó de poner las cosas en su lugar y en los años siguientes, los buenos climas, las precipitaciones pluviales abundantes se han encargado de darles altos niveles a las presas existentes y, seguramente, todos los mantos freáticos existentes en la región ya se han recuperado en gran medida.

El sueño del Samy Boy es terminar tres líneas del Metro en los dos años que le quedan. Son palabras mayores, sobre todo cuando no se tiene desarrollada una infraestructura visible, excepto en la supuesta línea que conectará con Santa Catarina. Por cierto, he escuchado comentarios acerca del hecho de que existen serios riesgos en la instalación de columnas bastante cercanas a la margen del río Santa Catarina.

Los menos que dicen es que el agua, siempre buscará su curso original y habiendo crecientes frecuentes, todo lo construido en el río o sus cercanías, podría ser socavado, destruido, dejando consecuencias que en determinado momento podrían llegar a ser fatales.

Son muchos los puntos en los que no han sido puntuales ni se ha llegado a tiempo: delincuencia organizada y transporte urbano son puntos neurálgicos de la administración estatal que se niegan a reconocer y que ocultan con una serie de spots en los que nos prometen que los tiempos y las formas, se cumplirán. ¿Usted les cree?

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