Por Rogelio Romero
El llamado “Súper Martes” que llevó a los electores demócratas a las urnas en 14 estados de la Unión Americana, vio resurgir al ex vicepresidente Joe Biden como el gran ganador.
Biden fue capaz de revertir la tendencia electoral adversa que lo ponía en segundo lugar en Texas, donde el senador Bernie Sanders iba al frente.
La contabilidad hasta esta mañana ubicaba a Joe Biden con 345 delegados electorales ganados en las urnas.
Mientras el senador por Vermont, Bernie Sanders, se ubicaba en el segundo lugar con 269 y mantenía una ventaja importante en California donde se disputan 415 delegados.
Para Sanders es vital ganar en el estado californiano, para mantenerse cerca de Biden en la carrera por la nominación presidencial demócrata.
Texas fue la sorpresa de la noche, aunque aún no han terminado de computarse todos los votos, las proyecciones apuntan a un triunfo del ex vicepresidente.
El estado sureño aporta 228 delegados que serán repartidos entre el primero y segundo lugar de la contienda principalmente.
Sanders parecía encaminarse hacia una victoria en Texas, pero alrededor de las 23:00, las cosas cambiaron en forma dramática y Biden se fue adelante con cuatro puntos de ventaja.
De nuevo los electores texanos reaccionaron al ver que Biden es quien sigue la política tradicional del partido, su programa de gobierno no ofrece soluciones radicales como las de su oponente.
La derrota de Sanders en Texas solo puede interpretarse de una manera, los círculos del poder en el estado no comparten su programa de gobierno, que plantea una mayor intervención del Estado para solucionar los problemas que aquejan al país.
Si existen sectores progresistas que salieron a votar por el con más fuerza que en la campaña del 2016, pero no fue suficiente.
Biden ganó en Texas por el apoyo que obtuvo de los candidatos que se retiraron de la contienda.
Pero en California podría quedarse en el segundo lugar, siendo uno de los estados más progresistas de la nación y donde la carrera por la nominación presidencial demócrata podría volverse a emparejar entre los 2 contendientes.
De acuerdo al sistema de votación interna del Partido Demócrata de Estados Unidos, existen 3979 delegados electorales disponibles, el precandidato que gane de aquí en adelante, y el día de la Convención Nacional 1991 delegados, será el contendiente oficial a la presidencia para enfrentar al actual mandatario y candidato republicano Donald Trump
Muy buena nota…