El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador inauguró el Salón de la Fama del béisbol mexicano y recordó que de estudiante en secundaria él era prospecto de grandes ligas.
Con la presencia de directivos locales y nacionales de la Liga Mexicana de Beisbol y de las Grandes Ligas, el recinto de los inmortales se ubica en el Parque Fundidora hasta donde también llegó el Toro Fernando Valenzuela, acompañado de su familia.
Acompañaron al mandatario el presidente del Salón de la Fama e impulsor de la obra Alfredo Harp Helú, quien es también dueño de los Diablos Rojos de México y de los Guerreros de Oaxaca y el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez quién también es aficionado al béisbol.
“Yo jugué béisbol con los grandes de mi pueblo siendo estudiante de primaria. En secundaria era prospecto para grandes ligas; presumido”, dijo el Mandatario quien recalcó que todavía juega, que la macabra y que batea arriba de 300 de porcentaje.
Contó un anécdota cuando era Venter filder en su tierra y donde cubría mucho terreno, pero al lanzarse de cabeza por un batazo se lastimó un dedo que hoy lo tiene malo.”Era cosa de ir con el huesero pero se fue quedando y le cayó rebaja con el tiempo y ahora lo tengo así”, comentó y mostró el dedo.
En el evento se canceló el timbre postal conmemorativo del recinto del béisbol que abrió sus puertas tras cinco años de receso y que estuvo en manos de una firma cervecera que luego lo retiró.