Pedro García

La obtención de la Concachampions fue como una vacunación contra los torneos “molleros”, despreciados por el señor Ferreti, en el pasado.

Los sucesivos fracasos de Tigres en la Concachampions se había convertido en un virus incurable, y el señor Gignac ha sido el médico virtuoso que, con el antígeno de sus goles, consiguió desterrar la enfermedad de no ganar certámenes internacionales.

Bueno, hasta el entrenador Ferreti estalló con la anotación decisiva del extraordinario futbolista francés. La gestualidad, el lenguaje corporal del estratega, fue de evidente satisfacción y que había la determinación de, ahora sí, levantar la copa.

“Yo siempre quise ganarla”, declaró Gignac quien lideró la visión del equipo de despojarse la renuencia a imponerse en la Concachampions e ir por el Mundial de Clubes.

Enhorabuena por Gignac y sus compañeros que lograron un juego de conjunto y de constante esfuerzo y desgaste, lo cual impuso el rival LAFC, encabezados por el mexicano Carlos Vela, desde el arranque de la competencia final.

Podríamos desglosar la victoria asignando méritos a todos los jugadores, empero, me limito a sintetizar el extraordinario trabajo de los escudos Pizarro y Carioca, vitales en la contención de los embates de LAFC, en los momentos determinantes.

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El nuevo torneo de la LigaMX se viene encima, y Tigres se ha vuelto a armar. Apenas concluyó la Liga, el equipo regio anunció la contratación del efectivo delantero, goleador y pasador, Carlos González que hizo un gran papel en Pumas.

Visto lo cual, es de esperarse que Tigres ofrezca anuncios similares de cara a la Liga y al Mundial de clubes.

-o0o-El clásico Tigres-Monterrey-Tigres siempre ha levantado interés dada la rivalidad entre ambos equipos y el arribo de Javier Aguirre le asigna, desde ya, un gran interés para el encuentro del próximo torneo.