El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, renunció este martes al cargo una semana después del llamado del presidente Joe Biden a separarse ante las múltiples denuncias de acoso sexual.
Ante la presión de asambleístas y ciudadanos para dejar el cargo, el mandatario demócrata tomó la decisión de hacerse a un lado y calificó las acciones en su contra como un ataque motivado políticamente.
“La mejor manera en que puedo ayudar es si me hago a un lado”, admitió en un breve mensaje el político de 63 años.
Fue el pasado 3 de agosto que la fiscalía estatal corroboró que el mandatario acosó sexualmente a 11 mujeres, empleadas y exfuncionarias, durante su gestión y provocó un ambiente laboral hostil con su conducta inapropiada.
Sin embargo, pese a la evidencia recabada por la fiscal Letitia James, el mandatario rechazó nuevamente las acusaciones asegurando que él no era la persona que las denunciantes describían, por lo que legisladores abrieron la puerta a un posible juicio político en su contra, si no asumía su responsabilidad y renunciaba.
Además, en días pasados se reportaron dos renuncias en su oficina estatal, pues su principal asesora Melissa DeRosa se separó al reconocer que los últimos años han sido los más difíciles en la gestión de Cuomo por esta serie de denuncias y presionada por el informe en el que las autoridades interrogaron a decenas de empleados y testigos.
Mientras que horas después, la abogada y cofundadora de Times Up, Roberta Kaplan, reconoció que no podía seguir siendo aliada de Cuomo al afirmar que incluso quienes se ostentan como defensores de las mujeres “pueden convertirse en abusadores”.
Ésta es la segunda vez que renuncia un gobernador de Nueva York en poco más de una década, la única registrada antes que la de Cuomo ocurrió en 2008 cuando Eliot Spitzer dejó el cargo por un caso de prostitución.