dom. Feb 23rd, 2025

En los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 México conquistó oro con  la levantadora de pesas, Amalia Pérez y el nadador Jesús Hernández; Eduardo Ávila a su vez, se llevó medalla de bronce en judo. 

La pesista de 48 años, Amalia Pérez, regaló a México la primera medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 al levantar 131 kilos en la prueba de Powerlifting 61 kg, superando a Ruza Kuzieva (130 kg) y Lucy Ejike (127 kg).

Con este nuevo triunfo dorado, la mexicana que nació el 10 de julio de 1973 en la Ciudad de México, se convirtió en tetracampeona paralímpica, ya que también se colgó el oro en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016. Además de contar con dos medallas de plata que obtuvo en Sídney 2000 y Atenas 2004.

Amalia fue diagnosticada con artrogriposis congénita desde que nació. Esta enfermedad causa contracturas en las extremidades, lo que limita a la persona que lo padece, el movimiento. En el caso de la pesista, solo tiene afectación en las piernas.

Jesús Hernández se “bañó en oro” por conseguir el primer lugar en la natación, al sobresalir en el combinado individual de 150 metros de la categoría SM3.

En esta prueba, registró un tiempo de 2:56.99, dejando atrás a los australianos Ahmed Kelly, a quien le sacó 5.26 en meta, y Grant Patterson, 8.58.

Con esta presea, el guanajuatense de 29 años, suma un total de dos medallas paralímpicas. La primera fue de bronce en los 50 metros pecho durante la edición de Río 2016.

El deportista mexicano padece parálisis cerebral y una malformación congénita de hombros y afectaciones en la L4 desde su nacimiento.

Por su parte, Eduardo Ávila regaló a México una medalla más la madrugada del sábado, al obtener el tercer lugar luego de vencer al francés Nathan Petit en duelo de la categoría 81 kg varonil de judo, en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

“Judoman”, como también se le conoce, suma ya un total de cuatro medallas en su trayectoria como deportista. La primera fue oro en Pekín 2008; la segunda, de bronce en Londres 2012; y una tercera, también de oro, en Río 2016.

Ávila, quien también es licenciado en Administración, es débil visual debido a un daño en el nervio óptico ocasionado tras sufrir una caída de la bicicleta. No tiene vista periférica, solo puede distinguir detalles.

Por Admin

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