Por Salvador Hernández LANDEROS
“El que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija”. Y eso le ha resultado muy ventajoso al ahora diputado local, Carlos “El Cuate” Rodríguez.
En política, tener un protector poderoso trae beneficios. Y sus logros, “El Cuate” los debe, no a la virgencita de Guadalupe, pero si a una exalcaldesa.
En efecto, el diputado local se inició hace doce años como escolta de la ahora presidenta del Congreso Local, Ivonne Liliana Álvarez García.
Su lealtad a Álvarez García le valió obtener buenas relaciones interpersonales sobre todo en el municipio de Cadereyta, donde ocupó varios cargos.
Cuando Ivonne se fue de senadora, “El Cuate” Rodríguez se fue recomendado a ese municipio y se relacionó con priistas como Cosme Leal y otros.
Posteriormente se emparentó con Eduardo de la Garza, quien, como tío político, lo designó en el cargo de secretario particular, con peso e influencia.
A la siguiente administración, con el apoyo de la senadora y su tío Lalo, con el alcalde Emeterio Arizpe, lo sentaron en la Secretaría del Ayuntamiento.
En el recién pasado proceso electoral, buscó un cargo de elección popular en el Partido Revolucionario Institucional, donde le dieron preferencia a otros.
Se dice que alguien le abrió otra puerta (quién más pudo haber sido) para contender por el Partido Verde Ecologista para alcanzar la diputación local.
A unas horas de rendir protesta como diputado, “El Cuate” Rodríguez renunció al Verde Ecologista y se le registró como legislador Independiente.
En el Congreso Local no creen que vaya a ser un verdadero Independiente, pero eso sí, un legislador de tiempo completo para Ivonne Álvarez…