*El lenguaje vulgar, califica Romeo Flores Caballero
Walter Elizondo
Monterrey, N. L.- Con un lenguaje folclórico, con frases para unos ofensivas, chistosas para otros, El Bronco, concluyó su administración y deja para la historia sus polémicos dichos.
Apenas la semana pasada dijo que al entregar el gobierno se irá a casa a “consultar con mi gallo y mi caballo”, la posibilidad de volver a buscar la presidencia de la República.
Nació el día de los Santos Inocentes, en diciembre de 1957 en el ejido Pablillos, del sureño municipio de Galeana, Jaime Rodríguez Calderón es ingeniero agrónomo y gusta de vestir de vaquero, con botas, “soy ranchero y no cambiaré”, exclama.
“Peligro… No Sentarse. Esta silla enferma de poder y egolatría”, escribió el primer día que arribó a Palacio de Gobierno en octubre de 2015; lo hizo en una nota que pegó en la silla del despacho, la misma que usó el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz.
Cuando acudió con algunos de sus funcionarios a una taquería local, le ofrecieron que podría acudir durante su sexenio y comer gratis. “Ya chingue”, dijo.

No tiene empacho en aceptar que le gusta leer el Libro Vaquero, que es la filosofía: “El Libro Vaquero es una revista, es una novela que vende, se vende en las esquinas. Tiene una publicación quincenal. Yo he comprado muchas historias. Me gusta la historia del héroe. De los pueblos salvados por alguien. Y El Libro Vaquero habla de eso. Me gusta leerlo porque le hace falta al país muchos vaqueros. De esos que salvan las ciudades, que salvan a la gente. Que hacen cosas para que la gente esté mejor. ¿Me entiendes? Yo me baso mucho en esas cosas. Es la Filosofía, la Historia, el conocimiento, bueno, hay muchos libros. Te diré, prefiero no mencionar ninguno. No la vaya a regar como algunos otros y tú me vayas a balconear”.
En otra ocasión defendió el derecho a que la mujer amamante a sus hijos: “Yo fui amamantado por mi madre, tuvo diez hijos y no le pasó nada, sigue estando buenota mi mamá, buenísima está mi mamá y no le pasó nada”.
Un diciembre de 2016 dijo a los niños que en realidad Santa Claus es su papá, “Bien, chamacos, abracen a su papá cuando tengan chanza; díganle que lo quieren mucho porque el papá de ustedes es Santa Claus. ¿Ya sabían eso, verdad?”.
Organizaciones civiles y defensoras de los Derechos Humanos se molestaron cuando alertaba a las jovencitas de no embarazarse a temprana edad. “A las niñas gordas no las quiere nadie”.
Y en la defensa del matrimonio hombre-mujer: “Creo en el principio de la familia, creo en el matrimonio, no en las otras zonceras, no creo en las otras. El matrimonio es hombre-mujer, punto, si ustedes creen lo contrario convenzan a la sociedad, yo no”.
Cuando fue candidato presidencial recibió la crítica del ex presidente Felipe Calderón, quien dijo que tiene parecido con Hugo Chávez.
“Yo creo que Calderón venía crudo o pedo, yo no tengo nada que ver con (Hugo) Chávez, creo que Felipe vino a echarse unas cervezas aquí a Nuevo León, vino un poquito a quitarse esa presión que tiene de no tener ya un cargo”, reviró.
Jaime Rodríguez resume con lenguaje coloquial que él contesta el teléfono, que anda sin ayudantes, sin “mayate”. “Yo cargo mi celular, porque no tengo mayate. Tengo muchos amigos en muchas partes, pero yo me manejo solo, aquí ando solito no traigo ni mayates, ni asistentes, ni secretaria”
En la inauguración de una preparatoria militar pidió a los padres de familia no ser alcahuetes, que si tienen un hijo rebelde que se los manden para arreglarlo en esos planteles. “Que no haya mamás alcahuetas, ni papás alcahuetes, vamos a hablar así, a calzón quitado, no defendamos nunca lo indefendible”.
El Bronco, fiel a su lenguaje defiende su derecho a hacer lo que se le pegue la gana en su descanso. “Si yo ahorita declaré que voy a agarrar el pedo aquí en Santa Catarina y Santiago, a algunos no les va a gustar; pero si al rato voy yo a agarrar el pedo con la raza, me voy a echar unas caguamas, es sábado, tengo derecho, y aquí la raza me las va a invitar y eso va a causar polémica ¿no?”.
Y en el tema de la legalización de marihuana con fines recreativos sentenció: “¡Imagínense! O sea, tenemos que echarnos un churro de mota para andarnos divirtiendo”.
“En las decisiones de mi gobierno, ni mi vieja me va a influenciar para que tome alguna decisión”, advirtió en otra de sus frases..
Su caballo también recibió mención: “Y yo dije así a bote pronto: ‘oye, pues no me sale caro, lo traigo conmigo, se come una paca de alfalfa a la semana, un bulto de alimento, me cobra el caballerango tanto, me sale en tanto, come menos que mi vieja, mi mujer me sale más cara”.
El 4 de octubre de 2016, Jaime Rodríguez dio un mensaje bastante claro a la comunidad homosexual “ cásense, sí, cásense , pero en Saltillo, aquí en Nuevo León no, porque no es natural. Creo en el matrimonio, tan creo que me he casado 3 veces y cada quien se casa con quien quiere, punto”.
En el tema de corrupción fue cuestionado sobre si había mentido alguna vez él respondió “Sí, a veces, le dije a mi mujer la iba a llevar al cine y no pude llevarla”.

En su campaña en busca de la presidencia del País, fue célebre su propuesta en un debate: “Hay que mocharle la mano a quien robe”
El Bronco militó en el PRI durante 33 años, renunció para ser independiente, ” Que chingado voy a seguir siendo priista. A lo mejor nunca lo fui”, declaró.

En su libro “El Bronco: Fracaso del primer gobierno independiente”, el analista político, escritor e historiador, Romero Flores Caballero cierra: “No llegó a superar la misoginia, las ocurrencias, la soberbia y el lenguaje vulgar hartaron a los regiomontanos y no ha pasado de la anécdota y de la frivolidad. Ha sido un mal gobernador”.