Óscar Tamez Rodríguez
Morena está padeciendo lo que todos los partidos en el poder. En las contiendas electorales surgen muchos candidatos porque se sienten que se las deben o porque creen tener cómo ganar. Todos ellos quedan resentidos cuando el gran dedo elector decide unilateralmente y no a la o el mejor. Vaya, Morena padece este problema en entidades como Quintana Roo y Durango donde sus mejores cuadros están saltando a ser candidatos de la oposición. Finalmente descubrimos que no es tanto el amor a la ideología, sino el deseo de poder, dónde de izquierda y purificación pasan a la derecha con mácula. Parece que el efecto descomposición por el poder se incuba rápido en los morenos. estudiospoliticos.mx@gmail.com