Fondo político
Por: A. C. Guerra
La última semana de septiembre y la primera de octubre arrancaron de una manera muy movida, con informes por todos lados en los diferentes municipios del estado, en los que se ha dado cuenta de lo hecho durante el primer año de gestión de las actuales administraciones municipales.
Y el detalle principal en la gran mayoría de dichos informes fue la ausencia de obra pública, debido a la difícil situación económica existente, lo cual ha impedido el “brillo” de los alcaldes.
En muchos de los casos, la realización de obra pública estuvo condenada al fracaso debido a excesos en los que incurrieron los alcaldes anteriores, quienes dejaron las arcas vacías y con grandes adeudos que mantienen comprometidos los ingresos a largo plazo.
Si para los alcaldes del área metropolitana de Monterrey fue un verdadero viacrucis conseguir ingresos extras, para los del resto del estado fue mucho peor, pues la respuesta que recibieron es que sí habrá apoyos, pero no les dijeron cuándo.
Es de llamar la atención el hecho de que algunos alcaldes tuvieron qué anunciar inversiones cuantiosas en obras a futuro, cuando la verdad es que las dichosas obras no serán realizadas con dinero municipal, sino que será “papá”gobierno estatal quien lleve a cabo tales trabajos e inversión.
Y la seguridad pública sigue siendo la pata de la cual cojean toooodos los municipios, sin excepción, pues sigue el reguero de sangre por todas partes y pareciera ser que nadie es capaz de ponerle un alto a este ya gravísimo problema.
Los balazos ya rebasan los abrazos con mucho y en esto, la gestión de Samuel García tiene mucho que ver, pues ha sido una nulidad, un cero a la izquierda… Pero, ya de eso hablaremos después.