Por Pedro García
…Que diga el senador Graham ¿quién distribuye el fentanilo en Estados Unidos? y que diga si a esos distribuidores se les persigue y castiga en Estados Unidos.
Rotunda y directa la réplica del presidente López Obrador al mencionado legislador, miembro de estamentos del Partido Conservador que han enderezado condenas al gobierno mexicano a pretexto de la entrada de estupefacientes al vecino país y que pugnan para que el ejército estadunidense invada para combatir a los carteles de las drogas.
En una postura sin precedentes -por su precisión-, López Obrador entabla una guerra política y diplomática (no declarada por él) con agallas, y no para en mientes puesto que también ha señalado que parte de los ataques políticos internos son financiados por agencias del gobierno de EU, por ejemplo, a través de Claudio X. González.
AMLO dejó en claro que por México pasa, al otro lado, sólo el 25 por ciento del fentanilo mientras que el abrumador resto ingresa por zonas gringas y Canadá.
A la vez, se va a fondo y señala con índice de fuego el inhumano trato que el sistema social norteamericano impone a sus jóvenes que a temprana edad los deja a su suerte.
En esta parte, POLÍTICA Y GENTE puede asentar que a la juventud estadunidense se le abandona en el fatídico mundo real de sobrevivencia que funciona en el vecino país caracterizado por el individualismo y la indiferencia, en otras palabras, que cada quien se rasque con sus uñas, donde las grandes corporaciones y las élites empresariales y financistas se alzan como las beneficiarias exclusivas del producto económico.
A lo que AMLO refiere que el citado senador “diga qué programas tienen para apoyar a los jóvenes en Estados Unidos con el propósito de que no consuman drogas, qué están haciendo, si están garantizando a los jóvenes el derecho al estudio y el derecho al trabajo…”
El Presidente, sin pausa, arremetió al corazón de la arrogancia gringa al puntualizar que el abandono a los jóvenes de Estados Unidos crea en ellos “infelicidad, desdicha, insatisfacción y que eso los inclina al consumo de drogas”.
Abunda:
“Nosotros estamos ayudando para que no haya tráfico de fentanilo y lo hacemos no por miedo a sus (Graham) amenazas intervencionistas, sino lo hacemos por convicciones humanitarias, porque sí nos importa lo que sucede, lamentablemente, en Estados Unidos de que muchos jóvenes pierden la vida, cien mil al año, por consumo de fentanilo”.
Pero también emplazó al señor Graham a que use su “alta influencia” para evitar aquello que es fatídico, lo mismo que el armamentismo. “Por ejemplo en el control de las armas” y que, al respecto, el senador diga “si se puede comprar o no una ametralladora o un arma de alta poder en los supermercados de Estados Unidos” ¿Sí o no?
La pelota, una volea poderosa, va rumbo a la cancha del senador…