Entre parejas, la respuesta común a la pregunta -¿Qué tienes?- suele ser: -Nada-.
Durante mucho tiempo, se ha malinterpretado que un NO significa SÍ y viceversa, creando una confusión adicional al ya difícil lenguaje del amor.
Pero así como la vida está llena de problemas, Dios también la ha llenado de soluciones.
Muchas personas han hecho caso omiso de la importancia del consentimiento porque hemos pervertido la sinceridad. No dejes que una conversación o una relación equivocada corrompa las buenas costumbres.
Cuando nos hagan una pregunta confrontadora, nuestra respuesta debe ser fiel y verdadera, y bien sazonada con sal a fin de dar gracia a quien nos oye, porque la libertad de expresión no es libertad de agresión.
Jesús decía a sus discípulos que cuando dijeran “sí”, que fuera realmente sí; y, cuando dijeran “no”, que fuera no, porque cualquier cosa de más provenía del maligno.
Nuestra responsabilidad no consiste en que el otro entienda o actúe conforme a nuestros deseos, sino en comunicar el mensaje de una forma clara y fiel.
El valor del consentimiento viene con el deber de la sinceridad.
Cristo nos manda hablar bien, porque nuestras palabras reflejan nuestros pensamientos y éstas a su vez, se convierten en conductas que inclinan el camino de nuestra vida.
Si quieres decir “sí”, solamente di “sí”, y si quieres decir “no”, solamente di “no”.
¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo. Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.
Mt. 5:37 | Cl 4:6 | 1 Cor 15:33
Contacto:
Email mujervirtuosa@instruccionespersonales.com
Facebook https://www.facebook.com/InstruccionesPersonales
Instagram https://www.instagram.com/instruccionespersonales/
Whatsapp: https://chat.whatsapp.com/IvEOo3fLUPB760llpNegXy Telegram: https://t.me/joinchat/GadGUwf0PUjYH44I