Por Salvador Hernández LANDEROS
Que el presidente presuma que en narco retenes el crimen organizado respeta a los Servidores de la Nación, dejaría entrever que existe una Patente de Corso.
En su mañanera del lunes, el presidente Andrés Manuel relató cómo “los grupos criminales operan y controlan caminos y accesos a comunidades del País”.
Lejos de presumir, López Obrador, lastimó a miles de mexicanos que han padecido la violencia de los narcos en diferentes carreteras y caminos.
Al menos en las carreteras de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, cientos de familias han sido despojadas de sus vehículos y todas sus pertenencias.
Según AMLO los Servidores que trabajan en la Secretaría del Bienestar ha sido retenidos, “pero son respetados al ser identificados como parte del gobierno”.
La “presumidera” del mandatario inconformó a elementos de la Guardia Nacional y ofendió el honor de los militares, soldados oficiales y de tropa.
De acuerdo a informes difundidos a través del hackeo “Guacamaya”, en el sexenio van más de 500 víctimas, entre fallecidos, heridos y levantados.
Dijo López Obrador, “que hay casos donde retienen a un Siervo, pero como usan un chaleco que los identifica, lo respetan los grupos de la delincuencia”.
De ser por eso, y porqué no, si el presidente echó esa hablada, que se maquilen millones de esos chalecos para blindar y dar seguridad a los mexicanos.
Así mismo, dejar de presupuestar miles de millones de pesos para la adquisición de chalecos anti balas para proteger a los miles de soldados.
Que todos portemos un chaleco, a “chaleco”, como Servidores de la Nación, dejaríamos de andar con “el Jesús en la Boca” y él podría presumir más.