David Casas
Monterrey, N. L.- Osvaldo Serna Servín ha sido croquista toda su vida, desciende de una familia sindicalista; el transporte es parte de su ADN y ha estado inmerso en la modernización de las unidades a lo largo de años. Rechaza diatribas y acusaciones sin fundamento y reta al debate serio en torno a la situación del servicio camionero y de taxis.
Actualmente encabeza la dirigencia de la Federación Estatal de Sindicatos de Trabajadores del Autotransporte de la CROC de Nuevo León, pero también preside el organismo Organizaciones Vecinales, un esquema que permite a la par del sindicalismo estar junto a las familias en las diversas colonias metropolitanas para buscar juntos, soluciones a los problemas que se presentan en la comunidad.
Pero también, explica, aunque pareciera trillada solución, no lo es para los grupos vulnerables que reciben con beneplácito las brigadas de médicos, odontólogos, abogados, asesores en educación, peluqueros y actividades recreativas.
Recuerda al patriarca de los Serna Servín, a Agustín Serna Mendoza, su padre, el fundador del ramo del transporte, de los entonces llamados peseros afiliados a la CROC; después el desarrollo de su hermano Agustín Serna Servín –Ambos fallecidos- que siguió la actividad sindical y del transporte para alcanzar la dirigencia de la central obrera y desarrollar el transporte.
“La situación es difícil, nuestros agremiados son propietarios de sus camiones, unos 300- y requieren del incremento tarifario, lo que nos coloca en la incomodidad, pues a quien defendemos, dirían algunos, a los usuarios o a los transportistas”.
En este contexto, Osvaldo Serna recuerda que las tarifas de los transportes de la CROC son apenas de diez pesos y no de doce, y se encuentran, además, en el proceso de modernización de sus unidades.
A través de un fideicomiso mantienen los trámites para adquirir cien unidades a costo de dos millones 800 mil pesos, así como microbuses por dos millones de pesos cada uno.
Habla de la reconversión de gasolina a gas natural no camiones y taxis como una forma de ahorrar, bajar costos y contribuir a mejorar el medio ambiente.
Da su postura sobre una posible alza de tarifas: “El tema de las tarifas del transporte público siempre ha sido muy polémico, la realidad es que en el taxi ya son casi ocho años que no aumentan y en los urbanos tres. Estamos conscientes de la situación difícil que se vive, pero al transporte siempre le han pedido que se apriete el cinturón. Hoy vivimos la peor crisis en el transporte con multas excesivas a las cuales estamos expuestos por la cantidad de horas que laboramos, competencia desleal de piratas y aplicaciones, altos costos de gasolina y refacciones”, explica Osvaldo Serna, quien se pronuncia por un aumento razonable.