*En enero, empieza el conteo de los días y el deseo de que llegue nuevamente la temporada decembrina para interpretar a Santa Claus
David Casas
Monterrey, N. L- La época navideña es propicia para la reflexión, la alegría y el reencuentro; cala hasta lo más hondo y saca a flote la sensibilidad del ser humano.
José Antonio Colín Ramírez no es la excepción y la más hermosa de las temporadas las vive a plenitud, cercano a la gente, principalmente a los niños porque él es Santa Claus.
Colín Ramírez es el titular de seguridad del emblemático y tradicional Hotel Ancira de Monterrey, Nuevo León y, acostumbrado -por las características del empleo- a la reciedumbre y seriedad, realiza una metamorfosis para convertirse en el Santa Claus, el bonachón personaje del Polo Norte y convivir con los niños y grandes.
Emocionado, Colín recuerda los inicios de la hermosa actividad de desempeñar a Santa Claus.
“Desempeño este personaje desde hace cinco años cuando la gerencia del hotel decidió que, para deleite de los niños en las posadas navideñas, recibieran dulces y juguetes de Santa Claus”.
En ese sentido, desde el 17 de diciembre, hasta el 23 de ese mes, José Antonio Colín Ramírez divierte a los pequeños, convive con ellos en un evento diario en que también figuran los Niños Cantores de Monterrey con sus villancicos.
“Ya es un lustro que desempeño esta actividad, la verdad me gusta mucho, poco a poco me fui adueñando del personaje y creo que lo hago con mucho gusto”, explica Colín.
Adentrado en el personaje que lo ha hecho suyo y que se encarnó en su persona, dice que los meses a partir de enero se le hacen eternos porque espera que pronto, llegue diciembre y pueda vestir el atuendo que identifica al personaje de los niños en la temporada de navidad.
El Papá Noel de Navidad que conocemos en la actualidad no siempre tuvo el mismo aspecto. Antes de convertirse en el hombre de rojo con barba blanca, Santa Claus fue originalmente un obispo llamado San Nicolás de Mira, en la actual Turquía.
En la Edad Media, San Nicolás se convierte en el protector de los niños buenos, a los que repartía regalos en diciembre. Se establece luego en el norte y este de Europa antes de viajar a América
Ahora vive en el Polo Norte, donde tiene una fábrica de juguetes, pero el carisma, la sensibilidad y el gusto por repartir sonrisas y alentar a grandes y chicos le ha calado hondo al Santa Claus del Hotel Ancira.