Por Salvador Hernández LANDEROS
Si revivieran los fundadores del Partido Acción Nacional, Manuel Gómez
Morín, Efraín González Luna y otros, de pura vergüenza se volverían a morir.
El PAN, que nació en 1939, próximo a cumplir los 81 años, en la practica está
agonizando y de no superar la crisis por la que atraviesa podría ir a la tumba.
A nivel local, los panistas que andan promoviendo la “ciudanización”, deberían
hacer un acto de contrición y expiar su futuro como seguros sepultureros.
Estos panistas deben hablar de frente ante los ciudadanos y decirles la verdad.
Del porqué los votantes perdieron la confianza en su Partido y candidatos.
¿Quién se ha llevado mi queso?, es un libro motivacional sobre “Una manera
sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada”.
El libro, publicado en 1998, fue escrito por Spencer Johnson, quien en estilo de
una parábola describe una fábula muy parecida a lo ocurrido con el PAN.
La narración involucra a “ratones” y “liliputienses”. Los primeros querían
queso simple y los otros, Queso, para alcanzar cualquier cosa en la vida.
En la realidad, sin ficción ni fábula, es lo mismo que sucedió con el PAN a
partir de 1994. El albiazul local se llenó de “ratones” y “liliputienses”.
Mauro Guerra, Víctor Fuentes, Felipe de Jesús y otros más, deben sincerarse
con la ciudadanía y con aquellos panistas que avergonzados se retiraron.
No engañen. Recuerden lo que hicieron Jesús María Elizondo, Felipe de Jesús
Cantú, Adalberto Madero, Fernando Larrazabal y Margarita Arellanes.
También Dionisio Herrera, el hermano de Chefo, el Chefo, Hugo Ruiz, Gerardo
Garza Sada y otros más, Unos “ratones” y otros “liliputienses”.
Y que no le den vueltas. Su candidato en el 2021, será Mauricio Fernández.
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