Por Salvador Hernández LANDEROS
La realidad que actualmente está viviendo el magisterio organizado se define
en seis palabras. Pudrición sindical, lideres ricos y maestros pobres.
Es definición en lenguaje moderado y respetable, porque en la Sección 21 y,
principalmente en la 50, les dicen líderes millonarios y maestros jodidos.
El hartazgo de los maestros ya está en su límite. Tanto en los activos como en
los jubilados, quienes podrían denunciar por genocidio a su dirigente.
El detonante fue el fallecimiento de un apreciado profesor, Aristeo Lozano, a
quien no le suministraron el medicamento necesario.
Fueron maestros jubilados quienes sorprendieron al dirigente de la Sección 50,
José Luis López Rosas, quien prácticamente fue “chamaqueado”.
En una programada reunión le introdujeron a un reportero de El Norte quien
le grabó a Rosas Rosas, la corrupción en los servicios médicos.
El periódico reseñó lo revelado por el líder, quien después trató de deslindarse
culpando a pasadas administraciones sindicales lo cual es cierto.
Los servicios médicos, previsión social y otras áreas de la Sección 50 de
maestros, han enriquecido a líderes anteriores, quienes no han aparecido.
Los maestros pudieran ir contra lo lideres millonarios que después de la
“chamaqueada” no han sacado la cara para aclarar esa corrupción.
Entre otros nombres señalan a Guadalupe Castillo, Mirna Saldívar Paz, José
Ángel Alvarado, Yolanda Martínez Mendoza, todos millonarios.
Los días para López Rosas podrían estar contados. Los maestros van a citar a
ex líderes e irán a la cúpula del SNTE, haciendo a un lado al Gobernador.
chavalolanderos@yahoo.com.mx