Por Salvador Hernández LANDEROS
La renuncia de Clara Luz Flores al PRI, más que posicionarla como candidata
a gobernadora por MORENA, le amplió el camino sucesorio a otra mujer.
Pasada le euforia que causó en algunos sectores por su dimisión al PRI, se
percibe que renunció porque, tal vez, no la tenía considerada para el 2021.
La ruptura de Clara Luz no parece afectar al PRI. Lo que provocó fue
proyectar a Cristina Díaz Salazar, para considerarle candidata por el tricolor.
De hecho, Cristina, junto con Ildefonso Guajardo y Adrián de la Garza, figura
en la terna más asentada como precandidatos a la gubernatura.
En diferentes medios, políticos y sociales, se maneja que el PRI habría de hacer
alianza con otro partido que podría ser MORENA, o sea, el PRIMOR.
Según se observa, AMLO podría optar por esa alianza con el PRI, dado el
empoderamiento dado a la mujer en la paridad de género en la política actual.
Esa igualdad y equidad limitaría a Ildefonso y Adrián, además de la relación
con Peña Nieto, González Paras y Medina, incluyendo el ánimo del elector.
Incluso la alcaldesa de Guadalupe tiene un currículum partidista muy amplio
en comparación con Clara Luz, Ildefonso Guajardo y Adrián de la Garza.
Cristina tiene 61 años. Ha sido diputada local, dos veces diputada federal y
senadora. Dos veces alcaldesa y delegada en Aguascalientes y Sonora.
Como militante del PRI, fue presidenta del CDE de NL, secretaria general y
dos veces presidenta interina del CEN y secretaria general de la CNOP.
Decir que después de Jaime Rodríguez, cualquiera, sería muy irresponsable
elegir con esa mentalidad. NL ya probó de todo, solo falta una gobernadora.
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