vie. Dic 13th, 2024


  • La joven sufrió un accidente automovilístico y en el impacto su vena aorta se desprendió del corazón; estaba en riesgo de morir desangrada.
  • El doctor Luis Gerardo Heredia Plaza, Angiólogo y Cirujano Vascular, reparó la arteria con un procedimiento de intervencionismo periférico que restauró la función del corazón.

Médicos especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Cardiología N° 34, de Monterrey, Nuevo León, salvaron la vida de Lourdes del Rosario Leal, joven universitaria que tras un accidente automovilístico sufrió rotura de la vena aorta y múltiples fracturas en costillas, párpado, húmero, radio cubital y fémur, todas de lado izquierdo.

“Al momento de abordar la arteria, la paciente cayó en paro, hicimos reanimación cardiopulmonar, salió del paro y pudimos continuar el procedimiento quirúrgico”, narró el doctor Luis Gerardo Heredia Plaza, Angiólogo y Cirujano Vascular de esta UMAE.

Explicó que la paciente fue sometida a un intervencionismo periférico, el cual es un método de mínima invasión a través de punciones, un cateterismo a través del que se colocó la válvula que selló la fuga de la arteria y se estabilizó a la joven de 21 años.

Lourdes del Rosario entró a cirugía a las tres de la tarde el 8 de marzo del año pasado, el procedimiento duró 30 minutos y su estancia hospitalaria fue breve, pues una vez que salió del quirófano fue dada de alta del Hospital de Cardiología N° 34.


El doctor Heredia Plaza encabezó el equipo de especialistas que atendieron a la joven, quien recibió la atención inicial en un medio privado que no tenía los aparatos ni materiales para los procedimientos que necesitaba, por lo que fue trasladada a la UMAE del IMSS.

Luego de ser estabilizada de la intervención quirúrgica de la aorta, fue trasladada y tratada en el Hospital de Traumatología y Ortopedia N° 21, en Monterrey. Ahí le atendieron múltiples fracturas del lado izquierdo de su cuerpo: costillas, húmero, radio cubital, fémur y párpado, pues corría el riesgo de perder el ojo.


“Yo salí viva de ese quirófano, las posibilidades de que yo sobreviviera eran mínimas, pero gracias a los doctores y gracias a Dios estoy aquí”, narró Lourdes del Rosario, a casi un año de ser operada.

La joven universitaria agradeció la nueva oportunidad de vida que le dieron los doctores del Instituto Mexicano del Seguro Social, quienes con su profesionalismo y experiencia lograron salvarla, pues su estado era muy crítico. 


Lourdes del Rosario señaló que el trabajo de sus médicos y enfermeras fue de primer nivel, reconoció que su pronóstico era reservado, pues su mamá fue informada que nunca volvería a caminar, a usar tacones ni se iba a maquillar por las profundas cicatrices en el rostro.

Puedo decir que el IMSS me trató de lo mejor y me sigue tratando de lo mejor, “gracias a todos los médicos”, dijo Lourdes del Rosario, quien continuará sus estudios en Derecho.

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