Por Salvador Hernández LANDEROS
Qué sigue después de las marchas feministas realizadas
durante la celebración del Día Internacional de la Mujer en todo el País.
¿Acaso vamos a seguir igual que antes del 9? ¿Hay que regresar al pasado? El
chip de los 70as a la fecha ya se averió.
En las protestas feministas hubo de todo. Pero las quejas más constantes fueron
“no más violencia de género” y “justicia”. Estas retumbaron más que otras.
Las causas que generaron esa violencia contra la mujer y la injusticia, debemos
buscarlas y analizarlas, claro está, sin repartir culpas.
Y sin darle muchas vueltas, vamos a encontrar que en casi todas ellas está la
ausencia de valores y el respeto al prójimo, principalmente a la mujer.
El respeto es uno de los valores fundamentales, que tanto la mujer como el
hombre debemos procurar para superar los reclamos feministas.
La importancia del respeto es esencial para tolerar las diferencias de género.
Dar su lugar, tanto a la mujer como al hombre.
La violencia genera violencia. A toda acción hay una reacción. Aprendamos a
tolerar las diferencias. Consideración por el débil.
El hombre debe ser amable, sincero, respetable de las decisiones de la mujer.
Valorar sus Derechos.
“El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz”, el legado de un ser humano que en
el civismo nos han inculcado, tanto en la familia como en la sociedad.
Respeto, sólo respeto, es lo que necesitamos y no cuesta. Este valor resolverá
las quejas de las mujeres, la familia y la sociedad.
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