Por Salvador Hernández LANDEROS
Todo indica que los diputados le están viendo la cara al pueblo, o jugando el
dedo en la boca desde hace varios meses.
Los legisladores “se la bañan” con la farsa de destituir a Manuel González
del cargo que ocupa y su inhabilitación por 6 años, llevando agua a su molino.
Y en esto no hay más que dos sopas. O se pasan de listos, o bien, de plano no
conocen de Leyes y, lo más grave, que ni siquiera saben de política.
Ni Manuel González y mucho menos Jaime Rodríguez, se van del cargo en este
año. Ambos parecen andar arrodillados ante “El Preciso”, haciendo méritos.
El sistema político mexicano es el mismo con MORENA, como lo fue con el
PRI o el PAN. No se mueve ni una hoja, si “El Preciso” no lo ordena.
Un “chasquido de dedos”, basta para cambiar el rumbo de este País. Cuantimás
a un gobernador y su colaborador, apostatas, que ni partido tienen.
El promotor contra ellos es Samuel García y el distractor Arturo B. de la Garza,
los dos de MC, al igual que Colosio, éste último en vías de un juicio político.
Y muy penoso es para la actual legislatura, que un diputado de Beto Anaya pida
posponer el juicio hasta no asesorarse con la SCJN. Bueno, él recibe órdenes.
Todos los diputados, del PRI, PAN, PT, Morena y los demás, en lugar de seguir
con esa farsa, deberían revisar bien las cuentas públicas pendientes.
Si siguen promoviendo la destitución del cargo del Secretario General de
Gobierno, no será para él un castigo. Al contrario, será un premio inmerecido.
Con responsabilidad y coordinados con la UIF debían de esculcar el cómo llegó
al cargo y cómo se puede ir. Además, eso lo saben, pero le pegan al “Tío Lolo”.
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