Por Salvador Hernández LANDEROS
Si le seguimos con esa irracionalidad mental, vamos a perder la batalla contra
el coronavirus y, lo peor, es que “pagarán justos por pecadores”. No se vale.
Los pronósticos científicos y técnicos, no son nada halagüeños. Esta pandemia
nos está exponiendo, principalmente, en el contexto social. No entendemos.
Seamos muy prudentes. No cabe el “no pasa nada”. El virus afecta a ricos y
pobres. Hagamos lo nuestro Y qué en el resto del País, otros hagan lo propio.
El Covid-19 ya nos ha exhibido en la infraestructura de salud pública. Si no
actuamos con racionalidad, las bancas del parque, serán camas de hospital.
Los 15 días que vienen serán cruciales. Si la escasez mental que nos absorbe y
altera el modo en que percibamos las cosas, podrían ser resultados funestos.
Se comprende la necesidad de subsistencia de un sector social, que, para nada, involucra al irresponsable e inhumano Ser que expone hasta sus familiares.
“Sobre aviso no hay engaño”. Si no acatamos el confinamiento en casa, los
contagios en los próximos 10 días, elevarían las cifras a 320 casos.

No se concibe que, sin protección alguna, los irresponsables deambulen por
algunas calles de los municipios del área metropolitana de Monterrey.
Si el comportamiento de esas personas sigue, la autoridad habrá de imponerse
con medidas drásticas y uso de la fuerza pública, por el bien de la población.
El sábado ocurrió un hecho con balazos y víctimas en un palenque clandestino
en Cadereyta. No se sabe el número de asistentes que son un foco de contagio.
El gobernador debe actuar con rigor. Encarcelar a los asistentes como
medida sanitaria y, si las autoridades municipales lo sabían, también.
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